¿Por qué sigue paralizada la obra del canal de navegación en Mazatlán?

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“Para el año 2019 no existen obras de dragado programadas, actualmente se están solicitando recursos con este propósito a la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, respondió la gerencia de operaciones e ingeniería de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT).

Lea: Licitan dragado del canal de navegación https://bit.ly/2P7lPk1

La anterior es parte de la respuesta que se recibió a través de una solicitud de acceso a la información, hecha a la Administración Portuaria Integral (API) Mazatlán.

Se pidió además el programa de inversión de obra para el dragado del canal de navegación de Mazatlán y saber si ya hay avance para la misma obra en el 2020.

Al no existir recursos económicos asignados para esta obra, tampoco se tiene la calendarización.

La única claridad que tiene el gobierno federal para esta obra, es que son 10 meses de ejecución a partir de la autorización y liberación de recursos fiscales.

Cacareado como un polo de desarrollo para impulsar el Corredor Económico del Norte, con el que se beneficiaría a Sinaloa, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Zacateca, junto con la carretera Mazatlán-Durango, el dragado del canal de navegación no avanzó con el ex presidente Enrique Peña Nieto, y con Andrés Manuel López Obrador tampoco lo hará en su primer año de gestión.

Pero ni el dragado ni la carretera han funcionado para detonar el desarrollo económico, ya que para quienes pretenden moverse por carretera, el costo por caseta les resulta el más caro del país.

El gobernador Quirino Ordaz Coppel creyó en la palabra de Peña Nieto, quien ofreció invertir 1 mil 300 millones de pesos, pero no solo quedó mal, sino que quedó a deber con las obras de “gran calado” que prometió.

El último año de Peña Nieto se anunció en Mazatlán un esquema financiero que consistía en que los puertos más grandes aportaran parte de sus ganancias a un fideicomiso para invertirlo en el dragado. La noticia aunque muy celebrada, tampoco prosperó.

Todavía, a inicio de este año, Ordaz Coppel declaraba optimista que estaba por definirse el proyecto y que se reuniría con funcionarios de Puertos y Marina Mercante.

La parálisis de la SCT

Desde 2012, la empresa chilena Terminal Marítima Mazatlán, S.A de C.V. está a cargo de la concesión del puerto, y las expectativas que tenían al inicio de la licitación parcial de derechos que obtuvo, eran importantes, declaró su director general Mauricio Ortiz.

Lea: El puerto estancado; sin inversión este año para el canal de navegación en Mazatlán https://bit.ly/2KULzuF

“En términos de infraestructura, el puerto prácticamente está igual desde que nosotros llegamos en el año 2012 y eso significó que la apuesta de recibir buques de mayor calado en el puerto no se ha cumplido, lamentablemente hemos visto una especie de parálisis en términos de la autoridades de gobierno central”, indicó.

La SCT tiene sus inversiones ligadas principalmente a puertos de mayor envergadura, como Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Altamira, Veracruz, agregó, mientras que puertos de mediano tamaño como Mazatlán, han sido olvidados.

“En ese sentido hemos visto también con preocupación los cambios que ha tenido la API Mazatlán en términos de directores, entonces no ha habido una continuidad a los proyectos”, consideró.

Esa rotación afecta porque se empieza a trabajar con un director y finalmente cambian y con eso también las visiones son diferentes, aunque ya con el último que se hizo, se ha hecho buen equipo de trabajo.

El proyecto de dragado se ve muy difícil que se ejecute a corto, mediano y largo plazo con recursos públicos, expuso, no se ve posible.

“Hay que tener en consideración en qué lugar está posicionado en hoy día, hay riesgo de recesión económica, vemos una visión del presidente de la República en materia política económica muy distinta a lo que quieren los inversionistas y es cosa de ver el Plan de Desarrollo Nacional en el que prácticamente del tema portuario no se habla mucho”, señaló.

Prácticamente los puertos están un poco desplazados hoy en día por el gobierno actual y solo se habla del Tren Maya, de la Refinería Dos Bocas, pero no se habla de infraestructura portuaria y eso es una preocupación que ve esta terminal y también la Asociación  de Terminales Privadas que aglutina a los concesionarios, dijo.

“Vemos una total parálisis en la toma de decisiones y avance de proyectos emblemáticos”, reiteró.

Ante este panorama de cero avance de proyectos que mejoren las condiciones del puerto para incrementar la carga, como empresa ha buscado estrategias.

Por ejemplo, dijo, todo el crecimiento de la industria automotriz, Mazatlán había perdido toda la movilización de importación y exportación de vehículos, y aunque es un mercado que inicialmente no habían considerado, las circunstancias los llevaron a entrar ese mercado y ser la solución para esa industria.

En 2015 iniciaron operaciones de importación y exportación de Nissan y en 2016 incorporaron los de Ford y en 2019 lo hicieron con Mistubishi. Con esto esperan cerrar el año con 90 mil vehículos transferidos entre estas tres empresas.

Esto es producto de la visión de la empresa de hacer rentable el negocio y no quedarse a la espera de que se haga la obra, dijo, y se ha hecho con el apoyo del gobierno del estado a través de la Secretaría de Economía.

Artículo publicado el 18 de agosto de 2019 en la edición 864 del semanario Ríodoce.

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