El alcalde del municipio de El Rosario, Manuel Antonio Pineda Domínguez, había pedido en abril la presencia permanente del Ejército en la zona serrana donde merodean grupos delictivos que para saciar su sed de oro desplazan violentamente a familias enteras de sus comunidades originarias.
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A finales de abril, autoridades instalaron en la sindicatura de La Rastra una base permanente integrada por elementos del Ejército y corporaciones federales, estatales y municipales.
El 21 de mayo, las autoridades informaron que aproximadamente a las 5:00 horas, un grupo armado irrumpió violentamente al poblado de Charco Hondo, donde llegó a una vivienda preguntando aparentemente por el jefe de familia, pero al no hallar a la persona que buscaba arremetió a balazos contra la casa.
En el atentado a balazos con armas de grueso calibre, una mujer resultó herida de su pierna izquierda, misma que fue atendida en un hospital donde momentos después fue dada de alta.
Durante la retirada, los pistoleros prendieron fuego a la casa en la que no estaba la persona buscada, dejándola convertida en cenizas.
Ese día, en Mazatlán, las imágenes de las llamas en la sierra de El Rosario, se unieron al infierno que viven las rastreadoras de la zona sur, quienes buscan incansablemente a sus familiares desaparecidos.
El martes 21 de mayo, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Brigada Nacional de Búsqueda, encontraron seis cuerpos en el camino viejo a Cerritos, donde ya se han encontrado otros cadáveres, sumados a los localizados en Palmillas, Santa Fe y Real del Valle.
De acuerdo con información extraoficial, en la misma zona donde hallaron los seis cuerpos, habrían regresado a desenterrar dos cadáveres más, cuya antigüedad de estar bajo tierra se calculaba entre los cuatro y cinco años.
El domingo 26 de mayo, aproximadamente a las 20:00 horas, un incendio ocurrido en el área de archivo del Hospital General Zona 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), movilizó a personal de Protección Civil para evacuar a pacientes, enfermeras y trabajadores, y ponerlos a salvo del fuego.
La solidaridad coordinada de Cruz Roja, ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), Bomberos y hospitales privados logró trasladar a decenas de pacientes y familiares a hospitales disponibles, porque a pesar de que los bomberos controlaron el fuego en 10 minutos, el humo invadió los techos y paredes del nosocomio siniestrado.
El fuego que se extendió por el área de archivo, lo que convirtió en zona de emergencia a todo el hospital, lo que obligó a que decenas de pacientes fueran llevados al Hospital Naval, Hospital General, al ISSSTE y a la Clínica del Mar.
La pesadilla vivida por pacientes, familiares, trabajadores y personal médico habría terminado a las 21:30 horas, cuando Eloy Ruiz, coordinador de Protección Civil, reportó que no había personas lesionadas y que las ambulancias regresaban paulatinamente a pacientes y familiares al IMSS.
A raíz de que el incendio ocurrió en el contexto de la renuncia del director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, abonó a que no pocos derechohabientes conjeturaran que el siniestro en el área de archivo habría sido provocado ante las advertencias de supuestas auditorías a los hospitales.
El 27, Samuel Camacho Lizárraga, delegado del IMSS en Sinaloa, descartó que el siniestro se haya provocado de manera intencional, argumentando que el conato aparentemente fue causado por el calentamiento del cableado eléctrico que incendió algunos documentos del área de archivo.
Al margen de las causas del siniestro del IMSS, el incendio ocurrido cinco días después del atentado contra una familia en el poblado de Charco Hondo, envió señales de fuego y humo a la sierra y la ciudad.
Al menos desde julio de 2018, la zona entre Charco Hondo y La Rastra ha sido escenario de hechos cruentos como de aquellas seis personas reportadas desaparecidas —después de un enfrentamiento protagonizado por grupos rivales— y que después aparecieron asesinadas.
El 26 de marzo de 2019, Miguel N y Damián N, de 56 y 33 años, padre e hijo respectivamente, fueron encontrados asesinados en un camino de terracería que comunica del poblado de Charco Hondo a la sindicatura de La Rastra.
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Los homicidios continuaron hasta finales de abril, cuando las autoridades municipales de El Rosario clamaron el apoyo de las fuerzas estatales y federales, y con la llegada de éstas a la sindicatura de La Rastra, algunos pobladores tuvieron la esperanza de que habría tregua de la violencia criminal.
Los hechos ocurridos en Charco Hondo, el 21 de mayo, demostraron lo contrario a una tregua, pues el ataque directo no solo dejó una persona herida, sino la pérdida del patrimonio de una familia.
Hechos y fechas
-29 de abril. En respuesta a la petición de ayuda del presidente municipal de El Rosario, una base integrada por elementos militares y corporaciones estatales y municipales fue instalada en la sindicatura de La Rastra.
-21 de mayo. Un grupo armado irrumpe violentamente en una vivienda de Charco Hondo, buscando al jefe de familia y al no encontrarlo disparó e incendió la casa.
Artículo publicado el 2 de junio de 2019 en la edición 853 del semanario Ríodoce.
