Jesús Estrada Ferreiro acaparó miradas y cuestionamientos sobre su postura para el combate a las drogas cuando dijo:
“(Hay que) Generar algunas clínicas donde puedan ir los adictos a aplicarse la dosis de droga con jeringas esterilizadas, con personal capacitado para ello y con ello prevenir contagios, enfermedades en estas personas”, expresó el 20 de mayo en un foro en el que se presentó una campaña de prevención en el consumo de drogas ilegales.
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“No es una forma de fomentar el vicio, al contrario, porque la idea es que esos lugares tengan personal especializado para que al aplicar la dosis cada vez la apliquen menos, en menos cantidades”.
El Alcalde de Culiacán propuso la creación de clínicas de rehabilitación que dosifiquen drogas a personas adictas, como sucede en Suiza.
Su argumento, secundó, es para abrir el debate sobre cómo deben combatirse las adicciones en el estado, que concentra 7 mil 200 personas internadas en centros de rehabilitación, de las cuales 5 mil 40 son adictas a metanfetaminas.
La oferta de Estrada Ferreiro es abrir al menos una clínica de rehabilitación, que aplique dosis de drogas y así controlar tres situaciones sobre salud pública:
1.- Un registro tangible de personas adictas.
2.- Evitar enfermedades venéreas que se transmiten por la utilización instrumentos como jeringas usadas.
3.- Evitar muertes o afectaciones por sobredosis.
En esas clínicas se formarían los expedientes clínicos de los pacientes, a quienes se aplicarían dosis de drogas hasta lograr disminuir el consumo y combatir las conductas antisociales bajo un control médico y con la observación de personas especializadas en el tratamiento de las adicciones.
“Una persona que es adicta ocupa la droga porque la ocupa, si no tiene problemas graves y se altera y cuando una persona no tiene la droga y no tiene para comprarla lo que hace es tratar de conseguir dinero robando, fraudeando, asesinando personas y lo que queremos es esto, es prevenir la inseguridad y la violencia”, dijo.
No fue un comentario improvisado, sino un fragmento de pláticas que ya sostiene el Ayuntamiento de Culiacán con la Secretaría de Salud, partiendo de que se busca también controlar los recursos que se otorgan a los centros de rehabilitación, pues la administración municipal prefiere dar apoyo en especie y no en efectivo.
La propuesta sí se analiza
En México sí existen clínicas que dosifican drogas a personas adictas. Hay cuatro y se encuentran en Tijuana, Mexicali, Guadalajara y Ciudad Juárez.
Esas clínicas dosifican metadona desde 1993 y únicamente es para atender a personas que tienen una adicción crítica a la heroína.
El Centro de Integración Juvenil (CIJ) utiliza ese método desde finales de los 70, y atiende en promedio a 400 nuevos usuarios al año, quienes pueden acudir diariamente por su dosis, además de terapias psicosociales que complementan el tratamiento.
Christian Aldo Muñoz Madrid, comisionado del Consejo Estatal para la Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones, reconoció la propuesta del Ayuntamiento como una opción que obliga al análisis, que está en contexto conforme a los lineamientos federales sobre la regulación de drogas como la mariguana.
“Se tiene que analizar a ver en qué línea de trabajo lo quiere plantear, porque básicamente yo lo comenté para reunirnos en análisis y los puntos, porque primeramente no se mencionó qué sustancias”, señaló.
La apuesta del Consejo Estatal para la Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones es la de crear proyectos de prevención, más que la de dosificar drogas a pacientes.
La primera opción se basa en trabajar con las personas que tienen adicciones a través de terapias psicológicas y ocupacionales.
La segunda obligaría a repensar y averiguar formas y métodos para la atención a través de dosificación de drogas.
Por ejemplo, dijo Muñoz Madrid, se conoce que para sustituir la heroína se trabaja con metadona, pero no se tiene un sustituto de mariguana y las anfetaminas no son una opción suficiente para disminuir el consumo de metanfetamina.
De acuerdo con el Consejo, en Sinaloa hay al menos 7 mil 200 personas distribuidas en 135 centros de rehabilitación. De ellas, el 70 por ciento consume únicamente metanfetamina, el 20 por ciento tiene una adicción combinada entre metanfetamina y alcohol, mientras que el 10 restante usa otro tipo de drogas, como tabaco, cocaína y heroína.
Los parámetros que deben cumplir los centros de rehabilitación son: evitar la sobrepoblación de pacientes, cumplir con las normas establecidas por Protección Civil, tener un manual de procedimientos adaptado a las disposiciones estatales y federales para la atención médica y psicológica de pacientes con adicción.
De los 135 centros, solo 32 cuentan con certificación federal para su operación, lo que ha permitido que el estado sea el segundo con mayor atención en este tema.
Sin embargo, también hay fallas en el sistema de cobertura, pues se tienen detectadas hasta 15 centros de rehabilitación con irregularidades, a los cuales ya se les hizo observaciones para que eviten su cierre.
Un acierto la propuesta: Semáforo Delictivo
La propuesta de Estrada Ferreiro apenas se comenzó a socializar, pero esta ya ha sido conocida por distintas organizaciones que analizan los temas sobre consumo de drogas, una de esas es el Semáforo Delictivo.
Santiago Roel, director nacional de la organización, dijo que la idea del Ayuntamiento de Culiacán es loable, partiendo de que Sinaloa no tiene un problema grave de adicciones, y que trabajar la disminución de consumo a través de clínicas provocaría un cambio de paradigma.
Reconoció que hay poca exploración sobre este tipo de proyectos en México, pero que debe conocerse de drogas que puedan suministrarse sobre pacientes que consumen metanfetaminas.
Además, dijo, estas clínicas podrán ayudar a clasificar de forma correcta a los pacientes que son adictos y los que únicamente consumen, partiendo de que hay una mala administración de términos desde el sector Salud.
Artículo publicado el 26 de mayo de 2019 en la edición 852 del semanario Ríodoce.
