La autoridad estatal presume una baja en el robo de vehículos durante el primer trimestre de 2019 con respecto al mismo período de 2018. La disminución es del 17 por ciento, pero el dato es sesgado: en 2017 Sinaloa se ubicó como el segundo estado donde más se comete este ilícito.
Las estadísticas tanto del Semáforo Delictivo como de la Fiscalía General del Estado (FGE) evidencian una tendencia a la baja en la incidencia delictiva, sin embargo, la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) pone a este delito como atención prioritaria.
“En realidad es un avance con respecto al año pasado, y esa es precisamente la característica por la cual nosotros la ponemos como punto de atención prioritaria, es decir, ya lograste una disminución del 17 por ciento de tu último pico más alto, ahora cómo le vas a hacer para que a partir de esa disminución realmente comiences a disminuir el robo de vehículo”, opinó Ricardo Jenny del Rincón, Coordinador Ciudadano del CESP.
La estadística de la FGE señala que durante 2018 ocurrieron 5 mil 837 robos de vehículos en Sinaloa por 7 mil 040 en 2017. En los años de 2015 y 2016 no se rebasó la cifra de 5 mil eventos cuando ocurrieron 4 mil 481 y 4 mil 869, respectivamente, es decir, si bien en 2018 bajó la cantidad, continúa siendo una muy alta.
“La tasa anual, que es como se deberían realmente de medir todos los delitos en 2018 fue de 196 robos por cada 100 mil habitantes mientras que la nacional es de 168, entonces sí estamos muy por encima de la media nacional en el robo de vehículo y sigue siendo un tema muy importante”, añadió Ricardo Jenny.
En un cruce de datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la baja en incidencia de robo de vehículo se aprecia hasta en un 8.8 por ciento del período marzo 2018-febrero 2019, sin embargo, esto es con respecto al comparativo con el año anterior.
Y si bien la incidencia delictiva tiende a la baja, no así su modalidad con violencia. Tanto Sinaloa como Culiacán se encuentran entre los lugares de México con mayor número de robos violentos de vehículos. Tanto el CESP como la FGE dan cuenta de ello.
En 2017, el 50 por ciento de los robos se realizó con violencia siendo la media nacional del 33 por ciento, y en 2018, un 56 por ciento de estos delitos fueron a punta de arma cuando la media en México fue del 37 por ciento.
“Aquí tenemos el dato muy claro, de todos estos robos que se cometen en Sinaloa, el 56 por ciento son con violencia, también por encima de la media nacional, entonces efectivamente hay un tema muy importante que favorece aquí en Sinaloa que haya mayor robo de vehículo y mayor robo de vehículo con violencia que es el tema de la cantidad de armas que hay aquí en nuestro estado”.
La AMIS tiene ubicado a Culiacán en el cuarto sitio como el municipio con más robo violento de vehículos en el último año. Durante el período marzo 2017 febrero 2018 ocurrieron 2 mil 684 de los cuales el 80.1 por ciento fue de manera violenta, y para el más reciente, 2018-2019, de 2 mil 459 robos el 80.4 por ciento fue violento.
Prevención, combate y simulación
Los datos de la FGE que presumen una disminución en la incidencia del robo de vehículo contrastan con las condenas obtenidas por la comisión de este delito. De las 5 mil 831 carpetas de investigación que se abrieron durante 2018, únicamente se dictaron 40 sentencias condenatorias por robo de vehículo, es decir, apenas el .6 por ciento de las investigaciones concluyeron con castigo.
Por otra parte, la Secretaría de Seguridad Pública boletina estadísticas semanales, y en su último corte durante la semana del 8 al 14 de abril, presumieron decremento en robo de vehículo en un 24 por ciento, en comparación con los reportes generados en la semana del 1 al 7 de abril.
Sin embargo, ninguna detención relacionada a grupos dedicados a la comisión de este delito ni el aseguramiento de bodegas o sitios donde se resguarden unidades robadas. La estrategia parece atorarse. Para el Coordinador Ciudadano del CESP, el trabajo debe fortalecerse.
“Nosotros no vemos que se desmantelen bandas de robo de vehículo, nosotros no vemos que se ataquen puntos de resguardo de vehículos, tampoco vemos que se haga una investigación exhaustiva de los ‘yonkes’ y comercios de autopartes de vehículos”.
Jenny del Rincón señaló que la propuesta del CESP consiste en un trabajo conjunto entre autoridades de procuración de justicia, de prevención pero también del Sistema de Administración Tributaria del Estado de Sinaloa (SATES), para inhibir el comercio de autopartes cuya procedencia no pueda comprobarse.
En el caso de Culiacán, la capital del estado ocupa el segundo lugar a nivel nacional del índice de motorización por cada 100 mil habitantes, con casi medio millón de vehículos circulando en la ciudad, lo cual es también otro factor a tomar en cuenta en la estadística de la “oferta y la demanda” del robo de vehículos.
Por ello, la estrategia según opina Ricardo Jenny del Rincón, no se debe limitar únicamente a la prevención o contabilización del fenómeno, sino al trabajo continuo sin descuidar otras áreas de la seguridad.
“Entonces, mientras no se ataque este problema como un tema de oferta y demanda, como un tema de comercio ilegal, pues estamos realmente haciéndonos patos. No puedes estar pretendiendo investigar a la persona que te robó el vehículo, esa persona es simplemente el primer eslabón de la cadena que sí, que cumple la parte del eslabón más difícil pero deteniendo a esa persona no vas a detener al robo de vehículo”.
Artículo publicado el 5 de mayo de 2019 en la edición 849 del semanario Ríodoce.
