El gobierno de Donald Trump vigiló y creó una base de datos secreta de los periodistas y militantes humanitarios que seguían una caravana de migrantes de América Central que intentó entrar en Estados Unidos desde México el año pasado, informó el grupo televisivo NBC.
En algunos casos, las autoridades divulgaron incluso sus pasaportes a las fuerzas de seguridad, indicó NBC 7, un canal local del grupo, citando documentos transmitidos por una fuente del ministerio del Interior que quiso guardar el anonimato.
Esa base de datos incluía a personas que debían ser controladas en la frontera entre Estados Unidos y México.
Entre los individuos señalados por la policía fronteriza había 10 periodistas, entre ellos siete estadounidenses, un abogado también de Estados Unidos y 47 personas originarias del país norteamericano y de otros Estados calificadas de organizadores, instigadores o cuyo papel se desconocía.
La lista integraba a seguidores de asociaciones de defensa de los migrantes como Border Angels (Los Ángeles de la Frontera) y Pueblo Sin Fronteras, precisó NBC 7.
No sólo se señaló a esas personas para que fueran controladas, sino que también se hizo un informe sobre cada una de ellas, afirmó la fuente anónima.
“Somos una agencia de investigaciones criminales, no una agencia de inteligencia. No podemos hacer informes sobre gente, y ellos están haciendo informes sobre gente. Es un abuso”, lamentó esa persona.
Contactado por el canal de televisión, un portavoz del servicio de aduanas y protección de las fronteras se negó a confirmar o desmentir la validez de los documentos presentados por el medio de comunicación.
En los últimos meses, varias caravanas de migrantes salieron de América Central hacia Estados Unidos, a pesar de los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump por impedir la inmigración ilegal.