El fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, asegurí que la supuesta cartulina hallada en el lugar del ataque a Samir Flores Soberanes, en Amilcingo, no se perdió, sino que pobladores de esa comunidad, en particular el padre de la víctima, se han negado a entregarla.
En conferencia de prensa, el funcionario se desdijo y aseguró que la evidencia del caso se mantiene resguardada, pero que la cartulina no se obtuvo porque familiares de Samir no quisieron entregarla a la policía estatal, menos a los ministerios públicos que acudieron al lugar, indicó Proceso.
Sostuvo además que ahora existen seis líneas de investigación y aseguró que una de ellas sí tiene relación con su actividad política de oposición al Proyecto Integral Morelos (PIM), aunque insistió en que la línea más fuerte es la relacionada con que el ataque pudo ser una reprimenda del llamado “comando tlahuica”, es decir, la que relaciona el crimen con la delincuencia organizada.
Las otras cuatro líneas de investigación son sobre frenar la práctica de la radio comunitaria, un conflicto laboral de Samir Flores con el municipio de Temoac, un conflicto con un cacique del pueblo que mantiene la tensión por una escuela primaria o un conflicto con algún grupo ciudadano que está a favor de la termoeléctrica.
El fiscal estuvo acompañado de otros funcionarios de la fiscalía, además del titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, quien confirmó que policías estatales tuvieron a la vista la cartulina, la fotografiaron, pero no pudieron retenerla porque no se las entregaron los vecinos.
Finalmente, el fiscal admitió que no existen detenidos todavía, pero que se siguen todas las líneas de investigación.
Hace dos días, en una conferencia de prensa, Carmona Gándara admitió que la cartulina con el mensaje que fue dejada, según sus investigaciones, en el lugar del ataque a Samir Flores, no estaba en la carpeta de investigación y que sólo contaban con una fotografía de ella.
Dijo que estaba perdida la cartulina, lo que se entendió como el extravío de evidencia del caso. El problema escaló, pues en Amilcingo, familias y amigos de Samir negaron la existencia de la cartulina. Hasta el momento las dos versiones chocan, pues mientras las autoridades afirman que hay una imagen de ella, los vecinos sostienen que no existe dicha cartulina.