El Titanic y la alianza Morena-PRI

amlo y viz

La especie corrió como maleficio en las redes sociales.

¿Cómo mezclar el agua con el aceite en la política mexicana? Se preguntaban los votantes morenistas más antipriistas que ven esa posibilidad en clave de claudicación y traición.

Acaso, dirían, ¿no se votó para que el PRI se fuera al basurero de la historia? ¿Que se le redujera a su mínima expresión electoral y que de ésta el tricolor no se levante más?

Un elector más aguzado dirá que los ciudadanos no hicieron el trabajo completo cuando, si bien le brindó un gran apoyo a Morena y sus candidatos, no le garantizó la mayoría calificada del Congreso de la Unión, ni las mayorías en las dos terceras partes de los 32 congresos estatales, sino que el endoso refrendó un sistema multipartidista.

Entonces, un escenario de estas características es el que reclama en el ejercicio de gobierno coaliciones o alianzas de manera de sacar adelante la agenda en las relaciones Ejecutivo-legislativo o en otro sentido la relación entre ejecutivos en un contexto de gobiernos yuxtapuestos, es decir, ejecutivo federal versus ejecutivos estatales y estos con gobiernos municipales de otro color partidario.

Y eso, más allá de humores públicos, obliga al pragmatismo político, de manera que Morena necesita los votos de la oposición en general y en particular los del PRI.

Es cuando el votante más prejuiciado o más ideológico saltará y dirá “esto es un asco”, no puede ni debe ser, pero ante lo que estamos es un escenario democrático donde un jugador no tiene todas las fichas y necesita las de sus competidores para hacer su juego y sacar adelante su agenda.

Y ante esto hay dos grandes caminos, sin dejar de reconocer que hay distintas piezas para mover en ese tablero de ajedrez que es la política: uno, el que es producto de la negociación y el acuerdo político democrático puro que se da en los espacios naturales del espacio público y el otro, que es resultado de acuerdos acrisolados con negociaciones tras bambalinas y cierres bajo la mesa.

Y ese dilema es lo que está detrás de una eventual negociación-acuerdo político entre Morena y las oposiciones. Si vamos en una ruta para ampliar los espacios democráticos y fortalecer el sistema de partidos, la opción a seguir es clara, pero si se impone el viejo estilo, está claro que será más de lo mismo.

México, necesita que los partidos se reconozcan como parte de un todo dinámico que es mutable en el sistema de preferencias; en una elección unos ganan más y en otras son los otros los que se llevan la mejor tajada, pero en esa situación de altibajos, el método de negociación debería ser el mismo en un sentido democrático.

De lo contrario, estaríamos en un ir y venir entre las buenas y malas formas de la política, con el subsecuente efecto sobre la estabilidad del país.

Las alianzas son el único camino que lleva a un sistema de partidos hoy fracturado, con un partido hegemónico sin mayoría calificada, y el resto con una representación fragmentada, débil y con un horizonte oscuro, que no es solo el de tal o cual partido, sino del conjunto del sistema partidario.

No veo por donde puedan restablecerse los equilibrios políticos si no es a través del fortalecimiento del sistema de partidos, si no es a través de un debate intenso, como el que sugiere Francisco Labastida en una entrevista concedida recientemente a Línea Directa, y que de ahí florezcan las ideas que cohesionan a la militancia y estructuran programas para una sociedad muy susceptible a volatilidad electoral. Y es lo que necesita el priismo ante la falta de liderazgos legítimos y legitimados socialmente, no se diga como instrumento para contrarrestar el descrédito que se carga este partido, o mejor, como la última tablita de salvación antes que se termine de hundir como le sucedió al colosal Titanic.

Artículo publicado el 17 de febrero de 2019 en la edición 838 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1104
GALERÍA
Operativo de fuerzas federales en el sector de La Lima, tras enfrentamiento ocurrido la madrugada de este domingo en Culiacán, que dejó un elemento de la Guardia Nacional (GN), muerto y otro lesionado .
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.