Transferencias del presupuesto para ciencia y tecnología por alrededor de 50 mil millones de pesos a diversas empresas se realizaron durante el sexenio pasado, señaló la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla Roces.
La funcionaria dijo ayer: “no es aceptable en un país en el que ni siquiera hemos llegado, según mis números, a invertir 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el aporte nacional a ciencia y tecnología”. Explicó que sus estimaciones indican que sólo se ha llegado a invertir en ciencia alrededor de 0.33 por ciento del PIB.
La Jornada publicó que si se junta toda la batería de fondos y becas, de catedráticos… “estamos rondando los 50 mil millones de pesos; aún estamos recabando los datos, porque la información está dispersa, pero tenemos un rango de confiabilidad de más o menos 15 mil millones de pesos, explicó en una ceremonia en la sede del consejo, donde la física Julia Tagüeña asumió la coordinación general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Mencionó que pese a que el presupuesto público para la ciencia ha sido raquítico, de él se hicieron transferencias de recursos a la iniciativa privada, muchas de ellas grandes empresas, muchas de ellas empresas trasnacionales. El traspaso fue incluso de recursos líquidos.
En contraste, en esos seis años a la investigación básica probablemente se destinaron recursos menores, expresó.
“No me extraña que año con año hubiera una gran cantidad de colegas en la Universidad Nacional Autónoma de México y en otros centros públicos de investigación, que teniendo trayectorias brillantes, proyectos prometedores, grupos de investigadores esperando a continuar con sus proyectos, se quedaban sin un recurso mínimo y suficiente para poder proseguir sus carreras. Así se quedaron truncados varios proyectos”.
En 2018 el presupuesto al sector fue de 90 mil 826 millones de pesos, y para 2019 será de 89 mil 375 millones. Una tercera parte de ese presupuesto corresponde al Conacyt, con 30 mil 791 millones en 2018, y para este año con 28 mil 238 millones.
Álvarez-Buylla Roces comentó que en el futuro se deberán enfrentar los retos de la República en colaboración con las universidades y los centros de investigación, así como con las empresas.
La propuesta es pensar y trabajar activamente, invitando a los científicos a articular, antes de repartir el dinero, grandes programas nacionales estratégicos.
Señaló que en materia de ciencia y desarrollo tecnológico se requieren modelos de vinculación con el sector privado que sean mucho más pertinentes que los que han operado hasta el momento.
Señaló que la participación del sector científico se requiere en la articulación de grandes programas estratégicos de agua, salud, desarrollo, conservación de los sociosistemas y la riqueza natural, la desigualdad y la violencia, entre otros. Hay que articular estos programas en colaboración con las universidades públicas, con el sector productivo, desde luego, porque tenemos retos clarísimos que debemos enfrentar sí o sí.