El Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en México no hay desabasto de gasolina y hay suficientes reservas de combustible para atender la demanda del país y el desabasto temporal que se registra en ciudades de algunas entidades obedece a una estrategia que implementa Petróleos Mexicanos para detectar y detener a los “huachicoleros” que continúan ordeñando los ductos que conectan a las gasolineras con las plantas de almacenamiento de Pemex.

En la conferencia matutina, explicó que se han cerrado las válvulas de los ductos por donde se transporta la gasolina y se están monitoreando para vigilar y detectar los puntos de ordeña que continúan, pero en mucho menor escala.

Ante esto dijo que el suministro del combustible en las gasolineras se restablecerá tan pronto se haya tomado control total de este ilícito y por lo pronto, se sostendrá el funcionamiento de algunos ductos en tanto se toma el control de los mismos. Pero el suministro a las gasolineras desde las plantas de almacenamiento de Pemex se realiza a través de pipas de manera transitoria.

Refirió que la “prensa fifí” está aprovechando la inconformidad de los conductores y usuarios de transporte e igual que a las personas afectadas, les pidió cordura y paciencia en tanto se desmantela esta red de delincuentes que de manera alarmante le roba al erario público millones y millones de pesos que desde sexenios anteriores se realiza con la complacencia de los gobiernos en turno.

Una vez que se controle este negocio que vincula a políticos de primer nivel, dijo, Pemex será una empresa más rentable y productiva y los recursos que se fugaban y paraban en manos de particulares se utilizarán para apoyar los programas sociales y reforzar los mecanismos para acabar con este negocio que fue tan protegido por los gobiernos priistas y panistas que durante el sexenio de Vicente Fox, la Secretaría de Hacienda consideró el robo de combustible como parte del presupuesto.

El “huachicoleo”, dijo, era un negocio paralelo a Pemex y se creó para robar combustible con el propósito de distribuirlo y venderlo a particulares, donde los involucrados construyeron depósitos y tanques de almacenamiento cerca de las plantas de o junto a los ductos donde abrieron ramales para la ordeña de la gasolina.

Ahora, esta actividad está por desaparecer y tanto las refinerías, plantas y tramos de gasoductos permanecerán custodiadas por más de 4 mil elementos del Ejército para reforzar la vigilancia durante los operativos.