El colectivo “Aquí No” que impugna legalmente la instalación de la fábrica de amoniaco en terrenos con protección ecológica internacional en la bahía de Ohuira, afirmó que la lucha continúa, pese a que uno de sus alfiles, Librado Bacasegua Elenes se desistió de un juicio de amparo que ya habían ganado y que ordenaba la paralización de la obra.
El martes 27 de noviembre y tras dos días de deliberaciones, 26 jefes de tribus “perdonaron” a su representante en el Consejo Supremo de Kobanaros y Pueblos Indígenas Yoremes-Mayos de Sinaloa por haberse desistido, pese a que se ha negado a explicar el origen por el que fue disuadido para continuar con la lucha en contra de la planta de fertilizante.
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“Había un acuerdo de destituir a Librado como líder de las etnias, pero convenció a los Kobanaros y simplemente le dieron un voto de confianza, aún sin explicar con detalle qué fue lo que le prometieron, o qué le dieron para firmar el desistimiento. Muchos indígenas se consideraron traicionados, principalmente los de Ohuira que son los primeros afectados con la construcción de la planta de amoniaco, y ya hay división. Se va a presentar otro amparo, pero ahora con la firma de muchos indígenas para que no suceda lo que ocurrió con Librado”, afirmó Silvina Valenzuela Valenzuela, líder tribal del centro ceremonial de La Florida.
Dijo que las acciones de Librado “que siempre son así, muy sospechosas y terminan por injuriar al indígena que poco a poco va perdiendo su palabra ante la autoridad y ante los tribunales” han provocado una indignación en el grupo, pero muy pocos se atreven a actuar. Soy de las que se mueven, pero me tratan de grillera. “Lo que pasa es que las cosas están mal, y debemos defender nuestra posición y no vendernos, porque después lo vamos a lamentar”.
Aseguró que junto con otros indígenas tratará de recomponer lo que Librado torció.
Librado Bacasegua Elenes se desistió el 20 de noviembre del juicio de amparo indirecto 528/2018-7B que tramitó a nombre de Consejo Supremo de Kobanaros y Pueblos Indígenas Yoremes-Mayos de Sinaloa en contra de la aprobación del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que autorizó la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que la empresa Gas y Petroquímica del Noroeste construyera en zona federal una planta de producción de amoniaco.
Por tratar de un día inhábil, el juez de distrito dilata resolver el trámite, y emite la sentencia definitiva el 21 de noviembre, pero el 22 de noviembre acepta el desistimiento.
Al respecto, el líder indígena evadió responder las preguntas sobre su motivo para desistirse. Negó que se hubiese corrompido aceptando ofertas de los inversionistas, porque aún estaba en negociación.
Y pese a que el caso ya se había resuelto, aseguró que el expediente aún estaba vigente. “Nosotros, los indígenas no somos así. Nosotros, lo único que queremos es que se nos tome en cuenta y nos den beneficios. Parece que los abogados nos dicen una cosa y hacen otra. Ellos tienen los expedientes, nosotros no. Nos sentimos utilizados. Nosotros vamos a ver por nuestros intereses propios”.
Bacasegua Elenes dijo que para él como líder Kobanaro, el caso ya no existe.
De acuerdo con el entonces representante legal de la etnia, Máximo Montes, el juicio de amparo promovido por las etnias y pueblos indígenas aún tiene algunas objeciones pues Librado Bacasegua se desistió a título personal, sin mostrar consenso.
“Eso es lo que estamos apelando ante el juez, que valore que además de Kobanaros es representante de los pueblos indígenas, pero hay nativos que no están de acuerdo con esa decisión. Y ellos estarán presentando algunos escritos para defender el amparo otorgado.
Montes consideró que aún hay bastantes procedimientos por concluir.
Artículo publicado el 2 de diciembre de 2018 en la edición 827 del semanario Ríodoce.
