“Es un buen hijo… alguien que se ha dado a querer por toda la gente”, afirma su mamá
A poco más de una semana del juicio contra Joaquín el Chapo Guzmán, los abogados del narcotraficante hicieron un último intento por retrasar su inicio, sin embargo, la petición fue rechazada por el juez Brian Cogan, dejando el terreno listo para un encontronazo judicial entre el capo sinaloense y el gobierno de Estados Unidos.
“Esta negación nos deja en una situación difícil a nosotros como defensa, lo que significa que el señor Guzmán no tendrá un juicio justo debido a nuestra inhabilidad de revisar todas las pruebas que los fiscales planean presentar durante el juicio”, argumentó Eduardo Balarezo, abogado de Guzmán Loera.
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De acuerdo a Balarezo, los fiscales del caso liderados por Arthur G. Wyatt, tienen en su poder más de 230 mil cuartillas de transcripciones hechas a partir de llamadas telefónicas grabadas por la DEA, diálogos monitoreados, y testimonios de testigos protegidos que en su momento interactuaron con Guzmán Loera, pero que se prestaron para grabarlo para una eventual traición.
Las transcripciones sin embargo, están en inglés, lo que obligó a la defensa a traducir miles de esos textos a español para que el Chapo pudiera revisarlos uno por uno, y así determinar si lo que dicen sus detractores es real, y no está ni inflado ni exagerado.
“El problema es que esas transcripciones fueron presentadas hace apenas unas semanas, y nos ha sido imposible revisar cada documento, y eso es lo que nos pone en desventaja, porque no sabemos qué estaremos enfrentando”, explicó Balarezo.
No obstante, según explicaron expertos de la cadena Vice, de Estados Unidos, el juicio programado para el próximo 5 de noviembre, va más allá del mismo Chapo, pues lo que verdaderamente está en juego son más de 30 años de guerra contra el tráfico de drogas, y ha sido calificada como “estrategia fallida” por parte de los gobiernos de México y Estados Unidos. Además de que casi siempre se culpó al Chapo de ser el principal responsable de la mayoría de la droga ilegal que se traficaba a ese país.
“El juicio va más allá que la inocencia o culpabilidad del Chapo Guzmán, sino que se estará juzgando más de una década de la guerra contra las drogas”, se escucha en el tráiler de un Podcast que produjo Vice News, y que en pocas horas se volvió viral.
Lo cierto es que el Chapo parece tener todo en su contra, pues no sólo están los testimonios de los testigos protegidos como los hermanos Pedro y Margarito Flores, que lo monitorearon durante varios años, hasta lograr todo lo que la DEA quiso, sino también la fama que el gobierno de Estados Unidos generó en contra de Guzmán Loera. Y ahora el tiempo, pues aparentemente impide a la defensa prepararse, y defenderlo como lo hacen las leyes ante la mayoría de los reos que se encuentran prisioneros en cárceles estadounidenses.
“Yo lo que pido, es que se le haga un juicio justo, porque es un buen hijo, alguien que se ha dado a querer por toda la gente”, enfatizó doña Consuelo Loera, madre del capo, durante una breve entrevista con Ríodoce.
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Ese señalamiento, tuvo eco en gente ordinaria que se entrevistó en el mercado Garmendia, de Culiacán, donde desconocidos señalaron que, aunque no conocían al Chapo, esperaban que tuviera un juicio justo, aunque por el momento, según la defensa integrada por Balarezo, William B Purpura y Jeffrey H. Litchman, “esa equidad no se mira por ninguna parte”.
“Nosotros seguimos confiando en el gobierno de Estados Unidos, pero sí sentimos que las condiciones no son las más adecuadas”, dijo Balarezo a Ríodoce, luego de explicar que tienen al menos 15 días viéndose al menos seis horas diarias, siete días a la semana, y que aún así no estarán listos para el 5 de noviembre, fecha de inicio del juicio.
De concretarse, según la agenda del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), el juicio contra Guzmán Loera, sería el primer proceso judicial hecho contra un narcotraficante mexicano en toda la historia de ese país, pues ni Javier Torres el JT, ni Héctor el Güero Palma, ni Osiel Cárdenas, ni Benjamín Arellano Félix, ni Vicente Zambada Niebla, Alfredo Beltrán Leyva, ni ninguno del resto de los traficantes extraditados a ese país, habría enfrentado a ese gobierno en algún momento, puesto que todos o se declararon culpables, o se han unido al programa de testigos protegidos.
Ioan Grillo dijo a Ríodoce que, “sería la primera vez que se vería un juicio de esta magnitud, y que las cosas que se pudieran ventilar podrían incluir tratos del gobierno de Estados Unidos hechos con la mafia”.
“En mi opinión, es un juicio que no conviene ni a Estados Unidos ni a México, y por ello el gobierno de ese país ha presionado al Chapo, para que busque un acuerdo con los fiscales”, opinó Grillo.
Sin embargo, es el Chapo quien no desea tener acuerdos, y su equipo defensor no ha tenido de otra que aceptar su postura, y defenderlo hasta las últimas consecuencias.
“Yo creo que ya sabemos lo que va a pasar: el Chapo va a perder. Porque Estados Unidos no va a permitir que se le vaya de las manos, sino todo lo contrario”, opinó Keegan Hamilton, periodista estadounidense que tiene varios meses siguiendo los audiencias preliminares en contra de Guzmán Loera.
No obstante, doña Consuelo Loera enfatiza un último comentario que se contrapone a lo que dice Hamilton: “La última palabra, la tiene Dios”.
Para los abogados, sin embargo, la divinidad no parece tener un rol determinante en lo relacionado con el juicio, y terminan centrando sus esperanzas en una última audiencia que tendrán el próximo 29 de octubre, en la corte de Manhattan, cuando nuevamente se vean con el juez Cogan.
“”Esperemos que nos escuche, y que el juicio verdaderamente se aplace porque si no, va a ser muy difícil”, insistió Balarezo.
Artículo publicado el 28 de octubre de 2018 en la edición 822 del semanario Ríodoce.
