El PRI tiene que aprender a ser oposición, asegura el diputado Marco César Almaral Rodríguez, el primer presidente de la Mesa Directiva de la actual Legislatura, en la que Morena es la nueva mayoría.

Acusado por la bancada del PRI de una actuación facciosa e incompetente, el diputado postulado por el Partido del Trabajo (PT) asegura que aprenderán rápido a gobernar el Poder Legislativo. Sobre su escritorio tiene un ejemplar engargolado de la Ley Orgánica del Congreso del Estado, cuyas muchas de sus páginas lucen con marca texto, como evidencia de que ha estado repasando los procedimientos de la vida parlamentaria, que puede percibirse a primera impresión como una verdadera maraña.

Almaral Rodríguez es actualmente el representante legal del Congreso del Estado de Sinaloa, cargo que logró por mayoría, respaldado por el voto de 32 de los 40 diputados de todos los colores políticos, excepto del PRI, con cuya bancada han tenido desencuentros verbales en las primeras sesiones de la Legislatura.

La más insistente acusación de la bancada del tricolor, ahora convertida por primera vez en minoría en el Poder Legislativo, es que está conduciendo las sesiones sin apegarse a las disposiciones de la Ley Orgánica del Congreso del Estado, en medio del bullicio y el abucheo contra los diputados del PRI por parte del público asistente.

En lo general, argumenta Almaral Rodríguez, en los parlamentos de otros estados, así como en los de diversas partes del mundo, a veces hay aplausos, otros gritos, o rechiflas, situación que es parte de la democracia.

“Yo he invitado reiteradamente a guardar silencio, al orden, a la compostura, a escuchar al diputado que está en turno, pero acuérdese que la fracción parlamentaria del PRI en pleno 2 de octubre, que no se olvida, en el 50 aniversario de Tlatlelolco, pidieron que se aplicaran dos artículos de la Ley Orgánica, y ahí está contemplado desalojar a la gente con el uso de la fuerza pública”.

Yo utilicé el criterio, sin violar la ley, asegura, al exhortar al público a guardar el orden.

“Los diputados tenemos que entender que el ciudadano a veces se expresa y no estamos tampoco, con todo respeto, en la iglesia, en una misa”.

El encono con la bancada del PRI llevó incluso a que el coordinador del Grupo Parlamentario de ese partido, Sergio Jacobo Gutiérrez, presentara ante la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) una carta de extrañamiento sobre la actuación del presidente de la Mesa Directiva. Fue necesaria la intervención del secretario general del Congreso del Estado, Antonio Ríos Rojo, para atemperar los ánimos, que desembocó en el retiro del citado documento por parte del líder de la bancada priista.

El presidente de la Mesa Directiva recuerda que durante una sesión aplicó con rigor el artículo 25 de la Ley Orgánica a los diputados priistas Gloria Himelda Félix y Sergio Jacobo, porque salieron de la sala sin pedir permiso para ofrecer una conferencia de prensa, y con ello estaban sin la posibilidad de participar de nuevo en la asamblea, pero aclara que su intención no era coartarles el uso de la voz.

“Si queremos exigir que los ciudadanos tengan respeto, yo creo que los diputados tenemos que predicar con el ejemplo y ser congruentes entre el hacer y el decir, autocríticos y tolerantes”, señaló.

Sin experiencia legislativa previa, pero con la medalla de haber sido alcalde panista hace dos décadas en Navolato, el municipio en donde reside, expresa que “he sido lo más imparcial, lo más objetivo posible porque así lo marca la Ley Orgánica, y por convicción porque entiendo que soy presidente de la Mesa Directiva para todos”.

Dice que frente a la asistencia de seguidores de Morena que abuchean, incluso calificados como porros por el grupo del PRI, ha anunciado la presencia de diversos grupos de apoyo a los diputados del tricolor; primero fue un numeroso contingente de ganaderos que llenaron gran parte de las butacas del público, y después la dirigencia y huestes sindicales del STASE y el STASAC, ambos para respaldar iniciativas de reforma presentada por legisladores priistas.

“Bienvenidos todos los ciudadanos. Esta es la casa del pueblo”, expresa al mencionar que han acudido diversos ciudadanos, desde los que buscan la municipalización de sindicaturas hasta afectados por las inundaciones, estudiantes, o los inconformes por la realización de una obra.

—¿Cómo se actuará cuando vengan los temas fuertes como el presupuesto, las cuentas públicas?

—La Mesa Directa buscará actuar con máxima imparcialidad y objetividad, conminando al orden de los diputados. Seguramente habrá más de un grito o aplausos, o chiflidos para uno o para otro de cualquier color. Creo que no nos debe asustar eso. Hay que evitar confrontaciones entre grupos.

—¿Este asunto de la “casa del pueblo” no se ha malinterpretado? De pronto se ha entendido que la sesión es una audiencia pública, la gente no tiene claridad de cómo funciona el Congreso y piensa que ahí mismo se discutirá su tema.

—Obviamente mucha gente no conoce la Ley Orgánica del Congreso, si nosotros recibimos cursos y la estamos estudiando. Nadie, ningún experto se la sabe de memoria. Hay que estudiarla, hay que razonarla, aplicarla y tener criterio.

Los primeros temas se han turnado a comisiones, como el caso planteado por vecinos sobre el proyecto Paseo Distrito Mundial en Culiacán.

—En legislaturas anteriores, los Puntos de Acuerdos turnados a comisiones era como mandarlos a un hoyo negro que rara vez retornaban al Pleno…

—Aquí queremos ser diferentes. Se tendrá por primera vez un poder legislativo que no estará subordinado al Poder Ejecutivo. Queremos ser diferentes y lo vamos a demostrar.

La gente está harta de la corrupción y la impunidad, la gente votó por una esperanza. Vamos por un poder autónomo, real en los hechos.

Artículo publicado el 21 de octubre de 2018 en la edición 821 del semanario Ríodoce.