La depresión tropical 19-E también damnificó a la administración que encabezará el ex priista Manuel Guillermo Chapman Moreno, pues recibirá una comuna endeudada con 65 millones de pesos vía crédito bancario, cuyo trámite lo aprobó el cabildo actual a petición del alcalde de Ahome, Manuel Urquijo Beltrán.
Por votación unánime, los regidores aprobaron la propuesta que ejercerá el gabinete de Chapman Moreno, principalmente en la reconstrucción de la red de drenaje que colapsó, y del pavimento fracturado, así como en la rehabilitación de carreteras y caminos secundarios, en tanto llega la ayuda del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) que estará aterrizando a mediados de junio del 2019.
Juan Garibaldi Hernández y el propio Urquijo aseguraron que la aprobación al endeudamiento fue un acuerdo con el equipo de transición de Chapman, pues de haberse esperado a que estos tomaran posesión se habría pasado el tiempo que requiere un crédito emergente por desastre natural.
Urquijo explicó que tras la inundación por lluvias puntuales ocurridas del 18 al 21 de septiembre, la comuna gastó 25 millones de pesos en enfrentar la contingencia. El dinero salió de fondos de proveedores, con el compromiso de pagarlos en los meses sucesivos.
Antes de la inundación, el balance era de equilibrio y de finanzas sanas, pero hoy hay una deuda de 25 millones de pesos que se cargan al desastre natural, expuso Daniel García león, director de Ingresos.
De acuerdo con la justificación del crédito, Jacinto Josué Sánchez Ruelas, director de Obras y Servicios Públicos, todas las carreteras locales están destrozadas y la corriente derrumbó seis puentes, requiriéndose 100 millones de pesos para la reconstrucción; además se ocupan 17 millones de pesos para bacheo y reposición de losas de concreto en cruceros emergentes, así como 2.8 millones de pesos para rehabilitar 180 circuitos de alumbrado público.
Ernesto Suárez Andujo, gerente general de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Ahome (Japama), sumó 123 millones de pesos en daños. Desglosó que se requieren 73 millones de pesos para levantar los drenajes colapsados, 42 millones de pesos para rehabilitar la red de producción y conducción de agua potable y 1.5 millones de pesos para reponer los equipos electromecánicos dañados. “La cifra no es total y podría ascender a 150 millones de pesos”.
Chapman Moreno se dijo “preocupado” por la situación de la ciudad y del municipio, tras la inundación, pero dio el voto de confianza a la administración saliente de que manejaran los recursos financieros con equilibrio sin heredarle deuda impagable en tres años.
Antes de anunciarse la deuda por la inundación, se había arrancado el periodo de entrega-recepción de la administración municipal, y hasta se posó para la foto grupal.
“En condiciones totalmente de apertura total, en un ambiente civilizado, en un ambiente amigable, en un ambiente de cambio de poderes de una manera sencilla, tranquila”, dijo Urquijo.
“Cada uno de los pares y de los homólogos de las diferentes áreas y dependencias del Gobierno Municipal, habrá de acordar de manera personal los horarios en los que se habrán de encontrar, para iniciar el cruce de información del estado que guarda la administración pública municipal”, aseguró Chapman Moreno.
Este ofreció una política de apertura y transparencia total, sin empacho. “Tenemos hambre de conocer y descubrir lo que hay en la administración municipal. Si detectamos irregularidades o anomalías en cualquier dependencia se la haremos saber a la ciudadanía. Seremos muy, muy cuidadosos con lo que vamos a recibir, y con lo que nosotros vamos a hacer”.
Anunció que el gabinete fue elegido por un compromiso a la comunidad. “Son individuos que van a ser útiles a la sociedad y de honestidad probada. Quien no lo haga será despedido. Nadie tiene facultad para no darle su lugar al ciudadano. Ninguno de ellos tendrá una segunda oportunidad. Ninguno”.
Reiteró que todos los funcionarios de primer nivel saldrán de la administración. Absolutamente ninguno será invitado a continuar. Los jefes de cada departamento definirán a sus subalternos, justificó.
Dijo que gobernará con una nueva figura, si es que el cabildo y la sociedad la aprueban: City Manager. Esto es que tendrá dos equipos al servicio de la comunidad: uno en oficinas y otro de contacto ciudadano directo, en la calle, en las comunidades, con prioridad a atender los servicios públicos, que es una obligación constitucional. “Tendrán una instrucción precisa: atención a las clases marginales y más vulnerables. Ello no implica duplicar la nómina, sino reducirla al mínimo operable. A todos los trabajadores se les respetará el derecho laboral”.
Afirmó que no será una administración del tesoro municipal, sino un gobernante, con todo lo que implica.
Rechazó ser un improvisado y se autodefinió como un ultranacionalista formado en la escuela de cuadros del Partido Revolucionario Institucional, pero actualizado en universidades nacionales e incluso transformando en los negocios privados en los cuales la atención se centraba en el cliente con mejores servicios y atención.
Artículo publicado el 7 de octubre de 2018 en la edición 819 del semanario Ríodoce.
