Dos policías preventivos veteranos de Ahome adscritos al Grupo de Operaciones Tácticas Especiales (GOTE) fueron mantenidos en cautiverio durante 16 días por desconocidos.

Finalmente, Marco Antonio, conocido como Marquitos y Jesús Manuel, apodado el Cuchín, reaparecieron con notables síntomas de haber sido torturados: “Tenían el cuerpo notablemente amoratado por los golpes que recibieron y flacos porque no fueron alimentados”, explicó un agente que acudió a verlos.

La aparición de los policías fue reportada por un galeno que los atendió en un hospital público el jueves 27 de septiembre. Tras el aviso, el nosocomio se llenó de compañeros, pero una mayoría de ellos se mostraron recelosos, dada la fama oscura que precede al grupo desde que fue creado en el año 2014 por Jesús Carrasco Ruiz, entonces conocido por los apodos del Flaco o el Tango, por sus orígenes policiales como oficial de vialidad.

Los policías no emitieron explicación alguna y sólo se concretaron a recibir atención médica porque la condición física era deprimente.

Carlos Alberto Acuña Ronquillo ese mismo día aceptó que los policías a su mando habían reaparecido, pero se reservó dar detalles, tal y como lo había hecho horas después del jueves 13 de septiembre, dos días después de que los mismos policías habían desaparecido.

Los familiares de los policías recurrieron a los medios de comunicación para pedir ayuda ciudadana para la localización.

Los policías, que entre ambos sumaban más de 30 años de servicio, desaparecieron el martes 11 de septiembre cuando gozaban de permiso pues estaban autorizados a viajar a la capital del estado para presentar las pruebas de no consumo de drogas.

Las circunstancias en que desaparecieron no son claras porque la carpeta de investigación se mantiene reservada.

No obstante, el secretario de la comuna, Juan Garibaldi, reveló que desaparecieron cuando asistieron a una fiesta. Desde entonces, el paradero era desconocido.

Y no son los únicos, pues de acuerdo con informes internos, otros dos policías se encuentran ausentes de las filas cuando comenzó a suceder la ejecución de los mandos policiales relacionados directamente con los “comandantes” de la Policía Ministerial del Estado que tomaron el control de la corporación, tras estallar un escándalo en el sexenio del gobernador Mario López Valdez para exhibir a los mandos militares como cooptados por el Cártel de Guasave que fundó Fausto Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro vía la célula de narcomenudistas autodefinidos como “Los Mazatlecos”.

Los informes señalan que los hoy “desaparecidos” son Carlos “N” y Luis Antonio “N”, no han sido dados de baja por lo que sus sueldos se siguen depositando en las tarjetas de débito.

Estos no se presentaron a trabajar luego de que fuera asesinado el “comandante” Joel Medina Gastélum el 24 de febrero del 2018, en el estacionamiento de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

Joel Medina fue jefe de operaciones bajo las órdenes de Jesús Carrasco y Gerardo Amarillas. Carrasco fue baleado a muerte el 15 de septiembre en Ciudad Universitaria de la UAS en Culiacán, pero falleció al día siguiente, en tanto que Amarillas fue asesinado el 3 de julio pasado. Los tres habían utilizado al GOTE como grupo de choque para enfrentar a “Los Mazatlecos”.

El GOTE fue creado por Carrasco Ruiz en el año 2011. Desde entonces, a los agentes asignados se les dio patente para taparse el rostro, cubrir las matrículas con cinta adhesiva y retirar las placas de identificación de las patrullas.

Desde sus inicios, las acusaciones de que eran los responsables de las ejecuciones extrajudiciales y de desapariciones forzadas fueron cotidianas.

En el primer caso documentado, los policías Miguel Amador Rodríguez y Julio César Velázquez fueron procesados penalmente por tortura acreditada en contra de Abraham Alberto López Yucupicio y Claudia María Quiñónez Castro en el expediente 200/2012 iniciado por la detención de ambos en noviembre del 2012, bajo imputaciones de portar un rifle AK-47 y dosis de droga. Tras 14 meses de proceso, la pareja fue absuelta al acreditar que las imputaciones eran falsas y que fueron torturados. El juez de distrito dio vista de lo actuado al Ministerio Público Federal y el caso llegó al Juez del Fuero Común, que terminó procesando a los policías.

Desde la creación del GOTE, la Policía Municipal de Ahome impuso récord de violación a derechos humanos de personas que fueron detenidas.

Artículo publicado el 7 de octubre de 2018 en la edición 819 del semanario Ríodoce.