Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y A.G. Sulzberger, editor del diario The New York Times se enfrentaron este domingo en un intercambio de afirmaciones y desmentidos.
El mandatario fue quien inició la disputa al desvelar un encuentro privado que mantuvo con el periodista hace días.
“Mantuve un muy buen e interesante encuentro en la Casa Blanca con A.G. Sulzberger (…). Pasamos mucho tiempo hablando de la vasta cantidad de noticias falaces que se divulgan en los medios y sobre cómo los Medios Falaces se han convertido en lo que se ha dado en llamar, ‘enemigo del pueblo’. ¡Triste!”, escribió Trump en Twitter.
Con su mensaje de este domingo el mandatario parecía asumir el papel de portavoz del editor de uno de los periódicos más críticos con su administración e insinuar que Sulzberger estaba de acuerdo con su opinión de que algunas empresas de comunicación divulgan historias falsas con el único objetivo de perjudicarlo.
La respuesta del editor no se hizo esperar y un par de horas después emitió un comunicado en el que aportó su versión de la reunión que tuvo lugar el 20 de julio
“Le dije directamente al presidente que pensaba que su lenguaje no solo era divisionista, sino que además es cada vez más peligroso”, aseguró Sulzberger.
Aseguró que advirtió a Trump de que su discurso “incendiario” está provocando un incremento en las amenazas a los periodistas que podría desembocar actos violentos, según EFE.
El editor no dudó en desmentir la afirmación del mandatario de que son otros los que comenzaron a referirse a la prensa como “el enemigo del pueblo” puesto que fue él, dijo, quien acuñó la expresión al comienzo de su mandato.
Trump volvió a recurrir a su red social favorita para dar réplica a Sulzberger.
“Cuando los medios -motivados por su insano Síndrome del Trastorno de Trump- revelan deliberaciones internas de nuestro gobierno ciertamente ponen en peligro la vida de muchos, no solo de los periodistas. ¡Qué antipatriótico!”, manifestó Trump al inicio de un hilo de tres mensajes.
El mandatario recordó a sus seguidores que el derecho a la libertad de prensa conlleva la responsabilidad de “informar con exactitud” y, sin citar fuentes que respaldaran su afirmación, como es habitual, espetó que “90 % de la cobertura” que se hace de su administración “es negativa”.
“No permitiré que se venda a nuestro gran país a los anti-Trump de la moribunda industria periodística”, prometió, justo antes de señalar al diario The NewYork Times y The Washington Post como dos claros ejemplos de esa prensa que no hace más que atacarlo, sin tener en cuenta sus logros.