Un total de 448 personas han muerto, 595 están desaparecidas y 2 mil 830 han resultado heridas en 100 días en Nicaragua, a causa de la violenta crisis que sacude al país, informó hoy la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).

El director de la ANPDH, Alvaro Leiva, advirtió que la gran mayoría de las víctimas eran manifestantes civiles que protestaban contra el Gobierno de Daniel Ortega, indicó La Jornada.

El activista denunció además al menos 718 secuestros fueron ejecutados por grupos parapoliciales y paramilitares afines al Gobierno, que están “motivados por un fanatismo partidario e ideológico”. Del total de secuestrados, la ANDPH dijo que aún permanecen desaparecidos 595 ciudadanos.

Leiva añadió que una buena parte de los secuestros llevados a cabo por estos “grupos ilegales” han ocurrido en los últimos días en la ciudad de Masaya, destacando la desaparición de familias enteras en el barrio Monimbó, bastión de la resistencia opositora desde que iniciaron las protestas el 18 de abril.

De los 448 fallecidos, el informe indica que 425 fueron ejecutados y asesinados. De ese total, 358 murieron por heridas de armas de fuego, incluyendo 115 con disparos en la cabeza. La lista de fallecidos incluye tres extranjeros: un guatemalteco muerto accidentalmente durante las protestas, un estadounidense ejecutado de un tiro en la cabeza y una brasileña asesinada de un disparo en el tórax. Los otros muertos fueron hallados calcinados, acuchillados o en circunstancias aún no aclaradas.

Del total de occisos, 383 eran civiles (la mayoría manifestantes opositores), 24 policías, un militar y 40 paramilitares.

Este jueves estudiantes salieron a las calles de Nicaragua con los rostros cubiertos con pañuelos, camisas o mascaras de tela, para conmemorar los 100 días de protestas y resistencia frente al gobierno de Daniel Ortega.

“Son 1oo días en los que hemos librado luchas y devuelto la esperanza de este país para ser libre”, dijo a la AFP el líder estudiantil Lester Alemán, apenas reconocible con una máscara que tapaba su rostro durante un concierto de música de protesta al sur de la capital.

Alemán, miembro de la opositora Alianza Cívica que participa en un diálogo con el gobierno, condenó la “cacería de brujas” que han desatado la policía y grupos paramilitares contra los participantes de las protestas, lo que obliga a la gente a taparse el rostro por temor a ser identificados, según expresó.

“Los estudiantes hoy nos tenemos que tapar (el rostro) porque es un delito” protestar, pero “seguiremos manifestándonos aunque sea en el anonimato”, aseguro Alemán.

Esta semana entró en vigor una ley contra el terrorismo que sanciona hasta con 20 años de prisión a quienes apoyan o participan en actividades de protestas para obligar al gobierno a hacer o abstener de hacer algo.

“La persecución del gobierno contra las personas que pensamos diferente es injusta, pero a 100 días de lucha el pueblo ha perdido el miedo, seguiremos adelante hasta que Nicaragua sea libre y haya una democracia”, dijo a la AFP un hombre que se identificó como Bismark.

Durante la concentración, una banda musical juvenil interpretó el Himno Nacional con una guitarra eléctrica y canciones de protestas, mientras el público ondeaba banderas de Nicaragua.

“¡Que se vayan, que se vayan…ya,ya,ya,ya..!”, rapeaba la banda en alusión a Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes acusan de instaurar una dictadura en el país.

Los manifestantes abogaron por la liberación de los presos políticos, como los líderes opositores Medardo Mairena y Cristian Fajardo, que participaron en la dirección de las protestas.

Ortega gobernó de 1979 a 1990 y volvió al poder en 2007, y desde entonces ha sido reelecto dos veces. El mandatario ha descartado anticipar su salida del gobierno, como lo propone la Iglesia católica, que media en el diálogo entre el gobierno y la oposición.