Un freno temporal a la entrega a fiscales de los inmigrantes adultos que cruzan la frontera sur con niños, a pesar de las afirmaciones del gobierno del presidente Donald Trump de que se mantiene la política de tolerancia cero hacia los indocumentados, decretó la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
De acuerdo al diario The New York Times el inspector jefe de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin K. Mc Aleenan, instruyó a sus agentes a no enviar a las familias migrantes al Departamento de Justicia hasta que se pueda acordar una política que permita a los padres ser procesados sin separarlos de sus hijos.
Debido a que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no tiene suficiente espacio para tantas detenciones, el impacto inmediato de la medida será la liberación de muchas familias con la promesa de regresar a una audiencia en la corte en el futuro, reportó el rotativo en una nota fechada en McAllen, Texas.
Según el portal de The New York Times, la decisión revivirá el enfoque de detener y liberar utilizado con las familias que cruzaban la frontera de manera ilegal durante la administración de Barack Obama (2009-2017). Dicho enfoque ha sido rechazado repetidamente por Trump ya que, según él, provoca oleadas de crimen y violencia hacia Estados Unidos.
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, señaló que no ha habido ningún cambio oficial respecto de la política de inmigración de tolerancia cero. Pero el Times señaló que la realidad es que el régimen no tiene la capacidad para detener a todas las familias de migrantes que cruzan la frontera de forma ilegal. No hemos modificado la política de inmigración. Simplemente no tenemos suficientes recursos, reconoció Sanders.
En este contexto, Jim Mattis, secretario de Defensa, informó que el régimen escogió las bases del ejército Fort Bliss, y de la fuerza aérea Goodfellow, ambas en Texas, para albergar a los migrantes detenidos.
Proveeremos todo el apoyo que necesite el Departamento de Seguridad Nacional para alojar a las personas que están bajo custodia, afirmó Mattis.
El Pentágono dijo la semana pasada que pondría espacio disponible en bases militares para unos 20 mil menores inmigrantes que llegaron solos a Estados Unidos y que fueron detenidos tras cruzar sin papeles la frontera con México.
Un funcionario agregó que estos menores serán albergados en una de las bases, mientras la otra será utilizada para los familiares de los migrantes detenidos. Según el acuerdo, el Departamento de Defensa facilita los terrenos, pero otras agencias se encargarán de la administración.
Desde Reno, Nevada, Jeff Sessions, secretario de Justicia, prometió seguir reforzando la política de tolerancia cero propuesta por Trump, y pidió al Congreso actuar, durante una conferencia sobre seguridad escolar.
Afuera del hotel casino donde Sessions daba su conferencia, más de 200 manifestantes opuestos a las políticas de migración bloquearon una avenida mientras portaban pancartas en que se leía: los niños no son un asunto político y juicio político al rey chiflado.
Desde la Casa Blanca, Trump –quien la semana pasada dispuso cesar la separación de familias migrantes– reiteró su frustración con las leyes que garantizan procesos judiciales a los inmigrantes indocumentados y dijo que éstos deberían ser rechazados en la frontera, mientras disminuían las expectativas de que el Congreso pueda resolver rápido la crisis.
Contratar a miles de jueces y pasar por un largo y complicado proceso legal no es la forma de resolver esto. Siempre será disfuncional, tuiteó el gobernante.
La gente simplemente debe ser detenida en la frontera y se les debe decir que no pueden ingresar ilegalmente a Estados Unidos. A los niños se les debe enviar de vuelta a su país, sostuvo.
Queremos un sistema en el cual la gente que entra ilegalmente tenga que marcharse; un amable y simple sistema que funcione. Queremos fronteras fuertes, no queremos crimen, sentenció el mandatario estadounidense.
Mientras, en El Paso, Texas, cinco padres de nacionalidad hondureña, separados de sus hijos al cruzar sin documentos la frontera con México, ofrecieron una conferencia de prensa en la que refirieron la incertidumbre que enfrentan ante la imposibilidad de reunirse con sus pequeños, informó el diario Daily News.
Los padres pertenecen a un grupo de 32 liberados de la custodia federal y que se encuentran ahora al amparo de The Annunciation House, organización caritativa en esta ciudad fronteriza.
Durante la conferencia, algunos rompieron en llanto al recordar cómo fueron separados de los menores y dijeron a la prensa que no saben hasta cuándo volverán a ver a sus hijos.