Proyecto Salama, ciberseguridad para periodistas

JORGE LUIS SIERRA. Nulas medidas de seguridad.

Hace un año, junto a periodistas, destacados defensores de derechos humanos y activistas anticorrupción de México fueron afectados por un avanzado programa de espionaje adquirido por el gobierno mexicano que, en teoría, solo debe ser utilizado para investigar a criminales y terroristas.

Se trata del programa Pegasus y es un “software” malicioso diseñado por una compañía de Israel para recabar información de teléfonos móviles. El programa se vende únicamente a gobiernos y su propósito central es vigilar a organizaciones criminales y terroristas y, a la fecha, existe la sospecha de que el Estado Mexicano lo utilizó contra periodistas y defensores de derechos humanos.

El periodista y especialista en temas de seguridad cibernética, Jorge Luis Sierra, comentó que a pesar de vivir en una era digitalizada, las medidas de seguridad en ambos gremios son casi nulas en la mayoría de los casos. Y con antecedentes graves y concretos como el caso Pegaso, las medidas deberían incrementarse.

“Una de las prácticas es engañar a periodistas para que abran un archivo que les llega o le den ‘click’ a un vínculo de internet en sus teléfonos celulares que no son vínculos reales ni son archivos reales, más bien son como vehículos de ‘malaware’ en el momento en que le da ‘click’ a esos vínculos”, explica.

El especialista en fuerzas armadas y seguridad nacional es egresado del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa de la Universidad de la Defensa de Washington y como herramienta para periodistas y su seguridad cibernética creó la plataforma de internet “Salama”.

“Están unidos los tres temas en el proyecto Salama porque actualmente creo que no hay ninguna otra forma de comprenderlo, casi el 100 por ciento de los periodistas mexicanos utilizan el internet para su trabajo, dependen de internet, ya sea porque usan el correo electrónico, porque tienen una página web o porque se comunican a través de redes sociales o de chats con sus fuentes, entre ellos mismos, con sus editores, se mandan fotografías digitales, todos son procesos digitalizado en internet, en línea”, explica.

El “malaware” Pegasus se descarga silenciosamente sin que el usuario lo note como un programa malicioso que entonces toma el control del teléfono y empieza a enviar datos del teléfono. Una vez logrado, el programa envía por ejemplo datos de contacto, fotos, llamadas, chats, información sobre la ubicación y un largo etcétera.

Un informe de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) documentó en junio de 2017, 12 casos de espionaje a través de Pegasus. La investigación sería solo el principio de la red de víctimas por este malware, entre las que se encuentran abogados del caso Ayotzinapa, y activistas de derechos humanos así como Carmen Aristegui, entre otros periodistas.

“Lo envía todo, entonces de esa manera convierten los teléfonos en prácticamente un sistema de espionaje portátil en el bolsillo del reportero o del editor y de esa manera ellos van a saber quiénes son sus fuentes, cuando reciben datos confidenciales, qué tipo de información reciben o datos privados de los periodistas que después ellos puedan explotar”, añade.

Plataformas de protección

El proyecto Salama funciona como un formulario el cual evalúa la situación de riesgo que puede enfrentar un periodista, que van desde un ataque físico a uno cibernético y da recomendaciones de posibles medidas a tomar. El sistema es totalmente anónimo y se puede consultar en la página salama.io.

“El problema es que a pesar de que ejercen periodismo usando la tecnología, no saben de ciberseguridad”, explica Jorge Luis Sierra. “Tienen un dominio muy bajo de cómo proteger sus datos y sus informaciones, sus comunicaciones y eso puede llevar a muchos problemas”, añade.

Además de Salama, la empresa británica Security First adecuó una aplicación para teléfonos móviles llamada “Umbrella”, la cual se desarrolló en Europa para aplicarse a periodistas y defensores de derechos y ya está disponible en México, según explicó su desarrollador Rory Byrne.

“Muchos periodistas no tienen la oportunidad de entrenarse en mecanismos de protección, así que pueden utilizar Umbrella para aprender acerca de estas herramientas, asegurar información o encontrar mejores prácticas para encuentros con una fuente del trabajo, así como para protegerse a sí mismos, o si van al campo pueden usarlo para recordar qué pueden o deben hacer y si algo malo sucede tener la oportunidad de avisar a algún colega”, señaló.

Rory Byrne explica que Umbrella es una guía todo en uno en seguridad física y digital. “Hemos tomado las mejores prácticas de todo el mundo y lo aplicamos dentro de una aplicación gratuita de Android que cualquiera puede descargar, así que si existe un problema el usuario pueda rápidamente proteger algo o asegurar un correo o arreglar un encuentro con una fuente poder utilizarla de manera muy rápida”, señaló.

Sin embargo, ambos analistas coincidieron en que lo más importante es que el periodista reconozca que se encuentra ante una situación de riesgo y que lo mejor siempre será redoblar medidas de seguridad, y no menospreciar el tema digital y cibernético.

Artículo publicado el 24 de junio de 2018 en la edición 804 del semanario Ríodoce.

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