Un bombardeo de la aviación afgana contra una escuela coránica, acusada de acoger una reunión de los talibanes cerca de Kunduz, en el noreste de Afganistán, dejó numerosas víctimas mortales, incluidos civiles, indicaron este lunes a la AFP fuentes de los servicios de seguridad.

Según un portavoz del ministerio de Defensa, Mohammad Radmanish, “al menos 20 talibanes, entre ellos comandantes de la Unidad Roja [una unidad de élite] murieron” en la operación.

Un portavoz del ejército afgano en el norte del país Hanif Rezaee señaló a la prensa que el ataque se produjo en el distrito de Dasht-e-Archi, cuando responsables del grupo insurgente celebraban una “reunión importante”.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid acusó en un comunicado a las autoridades afganas de haber bombardeado una madrasa o escuela coránica. Según testigos, al menos 150 civiles fallecieron o resultaron heridos en el ataque, entre ellos varios niños.

Sin embargo, el portavoz del ministerio de Defensa, Mohammad Radmanish, aseguró a Efe que el ataque tuvo lugar contra “una base” de los talibanes y no contra una escuela.

“En una de sus bases los talibanes querían montar un desfile militar y después atacar a las fuerzas de seguridad afganas y órganos gubernamentales. El plan de los talibanes fue descubierto y fueron atacados por la fuerza aérea afgana”, dijo.

“No había civiles cerca, de ninguna manera hay víctimas civiles, todos los muertos y heridos estaban armados y querían crear más amenazas de seguridad a las fuerzas gubernamentales”, añadió.

Un portavoz de las tropas de Estados Unidos indicó a Efe que la Fuerza Aérea estadounidense no participó en la acción.

La provincia de Kunduz es uno de los lugares donde los talibanes han plantado una oposición más férrea al Gobierno afgano, llegando incluso a capturar la capital provincial en dos ocasiones, en 2015 y 2016.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN, en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), órgano que depende del Congreso de Estados Unidos.

De acuerdo con esa misma fuente, los talibanes controlan alrededor de un 11 por ciento del territorio afgano y el resto está en disputa.