Clubes de Liga MX podrían dejar de recibir apoyo público; dueños afirman que la idea es generar una competencia más sana y equitativa; Dorados se ha beneficiado por muchos años de administraciones estatales; clubes de la LMB son propiedad de ex gobernadores.

Por muchos años, los gobiernos de distintas entidades han utilizado al futbol como un instrumento político, pero eso está por acabarse.

Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, fue tajante al decir que los equipos de la Liga MX podrían dejar de recibir inversiones del dinero público.

El directivo agregó que la idea de limpiar el dinero de los clubes mexicanos en cuanto a inversiones gubernamentales ya fue ratificada, y confirmó el plan que tienen los dueños de la Liga MX para generar una competencia más sana y equitativa, algo así como un FairPlay financiero.

“Mira, sin entrar en polémica, es un tema que se está discutiendo y que se tiene que regular de una forma precisa para todos los equipos. Desde el origen, si a uno le dan y a otro no le dan, no es un fair play financiero para los que están invirtiendo en esta industria”, añadió el dirigente durante su visita a Guadalajara.

“El futbol profesional es de empresas privadas, uno de los capítulos que se trata de regular de forma clara y transparente, es tener reglas iguales para todos. En ese sentido, creo que si el deporte profesional es de inversionistas privados, deben de ser los propios privados quien generen los propios recursos para desarrollar el proyecto”, añadió.

Pero dejó en claro que pese a todo, es inevitable que exista una relación entre el balompié y la política, pero deberá buscarse que sea lo más sana posible y no a través de inversiones en el deporte profesional.

“Las políticas públicas deben ser claras, transparentes y precisas. El invertir en la juventud debe ser prioridad en cualquier programa de política pública”.

En la Liga MX es común el apoyo que reciben los clubes por parte de los gobiernos estatales, tal el caso de Necaxa, Veracruz, Atlante, Chivas, Jaguares y Xolos.

Dorados, uno de ellos

El Gran Pez nació en 2003 y fue gracias al Gobierno que dirigía en su momento Juan S. Millán.

Siendo un secreto a voces, Millán junto con otros políticos, como Óscar Lara Aréchiga, eran los dueños del equipo, pero en los documentos aparecía el nombre de Eustaquio de Nicolás Gutiérrez, empresario de vivienda.

Aún sin el poder, tanto el ex gobernador y Aréchiga daban las órdenes.

Por muchos años, el Gobierno ha tenido injerencia en el club sinaloense, aunque el apoyo disminuyó con la llegada de Mario López Valdez, por problemas políticos.

Pero ahora con Quirino Ordaz Coppel, las cosas son diferentes, al grado que el Gobierno invertirá cerca de 70 millones de pesos en la remodelación del Estadio Banorte.

Por cierto, el gobierno estatal en dos administraciones ha invertido cerca de mil 555.4 millones de pesos, entre ellos la construcción del Estadio de Tomateros, Venados de Mazatlán, entre otras.

La LMB, en las mismas

La Liga Mexicana de Beisbol no está exenta en estos casos, al grado que los gobiernos han sido los dueños directos de varios clubes.

Por ejemplo de Saraperos de Saltillo, Olmecas de Tabasco, y en su momento de Tigres de Quintana Roo y Rojos del Águila de Veracruz, que se mudó a Nuevo Laredo.

Todos ellos, por muchos años, han sido manejados por los gobiernos estatales, como en la actualidad Saraperos y Olmecas.

En el equipo de Saltillo, el mandamás es el ex gobernador Humberto Moreira, detenido el 15 de enero de 2016 por las autoridades españolas en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, bajo el cargo de blanqueo de dinero y malversación de fondos, promovido por la justicia estadounidense.

Y en el caso de Tabasco, el ex gobernador Andrés Granier, dueño del equipo, administró al club tras los nombres de los hermanos Carlos y Juan Luis Dagdug.

Tigres en su momento fue administrado por Roberto Borge, hoy preso en Panamá y extraditado a México.

Y El Águila, que se marchó a Nuevo Laredo, también recibía un apoyo importante del gobierno de Javier Duarte, hoy encarcelado.

Curiosamente, Granier, Moreira y Duarte, dueños de Olmecas, Saraperos y El Águila, respectivamente, hoy se encuentran presos, al igual que Roberto Borge, quien desvió muchos recursos públicos para apoyar a los Tigres.

Artículo publicado el 25 de febrero de 2018 en la edición 787 del semanario Ríodoce.