Al menos 40 personas han resultado muertas este jueves en un atentado contra un centro cultural chií y la agencia de noticias adyacente en Kabul, la capital de Afganistán, según ha informado un portavoz Ministerio del Interior. Nadie se ha responsabilizado del ataque, que también ha dejado decenas de heridos. El centro y la agencia, Afghan Voice Agency (AVA), forman parte de una organización sociocultural chií financiada por Irán. Tanto la minoría chií como los medios informativos vienen siendo objeto de los terroristas en los últimos meses. El Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del ataque en un comunicado difundido a través de su rama mediática Amaq. En la nota, el grupo yihadista afirma precisamente que el centro está apoyado por Teherán y que se dedica a enviar afganos a estudiar con los iraníes.
El objetivo del atentado ha sido identificado por la cadena de televisión afgana ToloNews como el centro cultural Tebyan, una organización financiada por Irán y que incluye también la agencia de noticias AVA. De ahí que entre los muertos, además de mujeres y niños, haya periodistas. Según Mujib Khelwatgar, director del grupo de defensa de los medios Nai citado por AVA, era precisamente la agencia la que estaba en el punto de mira de los terroristas. Varios reporteros participaban en el debate con un grupo de estudiantes organizado por el centro sobre el 38º aniversario de la invasión soviética.
Según un superviviente, un suicida ha hecho estallar sus explosivos a la entrada del edificio. El ataque se produjo sobre las diez y media de la mañana (hora local), y a continuación se oyeron otras dos explosiones. No está claro si estas fueron por el estallido de granadas o porque había otros suicidas.
Los talibanes, el principal grupo insurgente del país, han negado su autoría. El mes pasado la rama local del Estado Islámico (ISIS) se responsabilizó de un atentado contra la cadena de televisión ShamshadTV. El ISIS también ha llevado a cabo ataques contra objetivos chiíes en todo el país. Los chiíes constituyen entre el 10% y el 15% de la población, en su mayoría miembros de la etnia hazara. Los extremistas suníes les consideran herejes.