En una guerra que parece no tener fin, abogados del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán presentaron en días pasados una moción ante un juez federal de Brooklyn, en Nueva York, para exigir a los fiscales del caso identificar a los testigos protegidos que acusarán y testificarán contra el capo sinaloense.
Eduardo Balarezo, abogado de Guzmán Loera, dijo que los fiscales están cometiendo una serie de omisiones para afectar a su cliente, y entre ellas destaca cómo buscan dilatar la identificación de los testigos protegidos que, luego de alcanzar acuerdos con sus respectivos fiscales, están decididos “a decir todo lo que saben” para hundir al otrora líder del Cártel de Sinaloa en la cárcel.
“Los fiscales argumentan que si identificamos a los Testigos Protegidos, su vida se pondría en peligro, lo cual es errado, porque nosotros no revelaremos sus identidades a nadie, pero por otro lado, no saber contra quienes nos enfrentamos violaría los derechos de mi representado a la hora de defenderse”, explicó Balarezo a Ríodoce.
Entre los argumentos de los fiscales, liderados en su momento por la antigua Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, destacan una serie de señalamientos que acusan a Balarezo de haber contactado a algunos de los testigos protegidos para hacerles llegar una serie de mensajes por parte de Guzmán Loera, incluso, que uno de los mensajes que “hicieron llegar a uno de los testigos protegidos”, sonó como “amenaza”.
“En ningún momento he llevado mensajes por parte de mi cliente a terceras personas, y mucho menos he amenazado a nadie, ni siquiera de manera remota. Lo que está pasando es que los fiscales están tratando de intimidarnos como defensa, para que no hagamos nuestro trabajo de defender al señor Guzmán. Y eso es algo que en su momento discutiré en la corte”, señaló Balarezo.
Fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), dijeron que no comentarían al respecto, no obstante, las acusaciones seguirán su curso, incluyendo los señalamientos en donde acusan al Chapo de homicidio, según consta en el expediente 1:09-cr-00466, del cual este semanario mantiene una copia.
“Evidentemente lo que los fiscales buscan es hundir a mi defendido, pero es claro que no tienen pruebas, y ahora buscan basar sus acusaciones en testimonios de criminales que están dispuestos a todo con tal de reducir sus condenas”, dijo Balarezo.
Entre los Testigos Protegidos que se creen que podrían testificar en contra de Guzmán Loera hay capos colombianos y colaboradores del capo, así como narcotraficantes de alto nivel del Cártel de Sinaloa que hoy se encuentran en poder de Estados Unidos, y que desde hace años se integraron al Programa de Testigos Protegidos.
Hay otros capos que están presos en cárceles estadounidenses quienes han dicho que no colaboraran con el gobierno de Estados Unidos, incluyendo Víctor Emilio Cázares Salazar, preso en Nueva York, y Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo. Ambos capos señalaron que no testificarían contra el Chapo ni contra ningún otro capo sinaloense, sino que “aceptarían sus condenas fuera cual fuera la pena”.
Referente al estado de salud de Guzmán Loera, Balarezo dijo que aunque ha mermado un poco su estado físico, es notable que se trata de un hombre fuerte, con gran control mental, aunque las condiciones de aislamiento total a que está sometido son demasiado fuertes, es fácil que en ese estado cualquiera pierda el control, o alucine.
El juicio contra Guzmán Loera está programado para iniciar el 18 de abril de 2018, y de acuerdo a fiscales estadounidenses, el castigo que podría alcanzar el capo sería cadena perpetua, aunque con los resultados de los últimos juicios contra capos mexicanos, los castigos distan mucho de estar cerca de las amenazas de los fiscales. Simplemente, Cázares Salazar terminó siendo sentenciado a siete años de prisión, luego de ser considerado la principal amenaza que había en ese país en cuanto al tráfico de drogas.
También capos como Héctor el Güero Palma, Javier Torres Félix el JT, o incluso capos como Benjamín Arellano Félix, alcanzaron sentencias relativamente bajas, comparadas con todos los señalamientos y acusaciones hechas en su momento por la DEA.
Por lo pronto, la defensa del Chapo Guzmán se prepara, pues el futuro del narcotraficante oriundo de La Tuna Badiraguato, estará en juego en los próximos meses.
Entrevista publicada el 24 de diciembre de 2017 en la edición 778 del semanario Ríodoce.
