Robert Mugabe renunció como presidente de Zimbabue este martes, dio a conocer el presidente del Parlamento Jacob Mudenda en una sesión extraordinaria, poniendo fin a 37 años al frente del país.
La dimisión se da ocho días después de que el Ejército tomara el control del país.
“Yo, Robert Mugabe entrego formalmente mi dimisión como presidente de la República de Zimbabue con efecto inmediato”, declaró Mudenda leyendo, bajo los aplausos, la carta de renuncia del jefe de Estado.
El pasado 14 de noviembre, el Ejército de Zimbabue asumió el control del país y retuvo dentro de su domiclio al presidente, Robert Mugabe y a su esposa, además de asegurar oficinas gubernamentales y patrullar las calles de la capital, Harare.
El General de división, Sibusiso Moyo, negó en ese momento que se tratara de un golpe de estado, sino que buscaban “superar la cada vez peor crisis política, social y económica” del país africano, publicaron diferentes medios.
De acuerdo con un reporte de Notimex, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido que era liderado por Mugabe, afirmó que el mandatario y su familia habían sido detenidos y que el nuevo presidente interino es el ex vicepresidente Emmerson Mnangagwa.
“Hoy empieza una nueva era y el camarada Mnangagwa nos ayudará a conseguir un Zimbabue mejor”, manifestó el partido gubernamental en su cuenta de Twitter ese día.
La formación política aseguró que lo que estaba viviendo el país es una transición “pacífica no sangrienta” y que la situación de Zimbabue es estable.
“ZANU PF tiene su forma de solventar nuestros problemas. La situación es estable y Zimbabue está abierto a los negocios. No ha habido un golpe de Estado”, subrayó.
La crisis estalló hace 15 días cuando Mugabe cesó al vicepresidente, para aparentemente preparar su sucesión a través de su esposa, Grace. Esto indignó al jefe del Estado Mayor, partidario de la vieja guardia.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, emitió un comunicado donde pidió moderación y calma y expresó su esperanza de que los acontecimientos en Zimbabue no conduzcan a cambios inconstitucionales de gobierno, ya que eso sería contrario tanto a la postura de la Unión Africana