Los incendios forestales en California han ocasionado 23 muertes y la destrucción de al menos 3 mil 500 inmuebles.
El miércoles la Policía ordenó nuevas evacuaciones en la localidad de Calistoga, donde los vecinos tuvieron que abandonar sus hogares a toda prisa.
Según el gobernador de California, Jerry Brown, se trata de uno de los mayores y peores incendios a los que se enfrenta el estado y provocará daños por muchos miles de millones de dólares.
Más de 8 mil bomberos combaten varios grandes incendios en la zona, situada al norte de San Francisco, donde hay activos más de 22 grandes incendios en California y está afectando un territorio de unos 680 kilómetros cuadrados.
Las fuerzas de seguridad temen que la cifra de víctimas mortales pueda elevarse, debido a que hay cientos de desaparecidos. Muchas zonas están sin electricidad ni teléfono, lo que complica la ubicación de familiares.
En el condado de Sonoma murieron 13 personas. Entre los fallecidos hay una mujer de 27 años que tenía que utilizar silla de ruedas y cuya casa en Santa Rosa fue consumida por las llamas la noche del domingo, informó el San Francisco Chronicle.
Los incendios se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos.
California sigue sufriendo los efectos de cinco años de sequía y las llamas se propagan con rapidez por la seca vegetación, explicó el miércoles el jefe de Bomberos, Ken Pimlott.
Este pidió a los vecinos que hagan caso a las llamadas a la evacuación, ya que la situación sigue siendo extremadamente peligrosa.
El humo de los incendios se ha extendido por amplias zonas del estado. En San Francisco, a 90 kilómetros de distancia, tuvieron que cancelarse decenas de vuelos por mala visibilidad. En muchas regiones las autoridades advirtieron que la contaminación del aire podría afectar a personas vulnerables.
Sigue sin estar claro el origen de los incendios. Posiblemente algunos de ellos se iniciaron el fin de semana por tendidos eléctricos derribados por el viento.