La falla de un refrigerador defectuoso ocasionó el incendio en la torre de viviendas en Londres, donde el 14 de junio murieron al menos 79 personas.
La superintendente Fiona McCormack, de la Policía metropolitana Scotland Yard, informó hoy que el siniestro no fue intencional.
La Jornada informó que con dicho dictamen, la investigación del incendio en la Torre Grenfell, de 24 plantas, confirma las sospechas de expertos que ya habían circulado en medios británicos a raíz de la catástrofe.
Además, se cree que el material inflamable usado en el revestimiento de la fachada de la torre, contribuyó a que las llamas se propagaran rápidamente por todo el edificio. El revestimiento y el aislamiento no superaron los tests de seguridad realizados durante las investigaciones. La Policía quiere determinar ahora si el uso de dos materiales era ilegal.
La Policía y los investigadores están considerando presentar una denuncia por homicidio involuntario. Bajo la lupa están todas las empresas que participaron en la construcción y en la reciente renovación el saneamiento de la Torre Grenfell, indicó la superintendente.
La Policía ha decomisado documentos de varias organizaciones y está investigando si se cometieron violaciones de las normas generales de seguridad y de protección antiincendios, agregó.
En el devastador fuego en el edificio de viviendas sociales, que había sido renovado recientemente, perdieron la vida al menos 79 personas. Los cadáveres hallados dentro ya han sido sacados del edificio, según McCormack.
Sin embargo sigue sin estar claro cuánta gente había en realidad en la torre en el momento del incendio y los investigadores temen que pudiera haber dentro gente desconocida, entre otros personas sin permiso de residencia, señalan algunas informaciones.
El Ministerio del Interior aseguró a la Policía que no está interesado en el estatus migratorio de los habitantes. “Sólo queremos saber quiénes están desaparecidos”, dijo McCormack, que pidió a los afectados que se presenten ante las autoridades.
La ciudad de Londres ha comprado entretanto 68 viviendas nuevas par las familias que han perdido la suya en la catástrofe, informaron medios. Los apartamentos se encuentran cerca de la Torre Grenfell en el acomodado barrio de Kensington.
Las investigaciones, mientras tanto, están teniendo amplias repercusiones: el gobierno británico informó anoche que al menos otros 11 edificios en Reino Unido tienen revestimiento inflamable, entre otras ciudades, en Mánchester y Plymouth. Otros cientos de edificios están siendo también revisados por riesgo de incendio.
