Las corporaciones policíacas  enfrentan en Sinaloa al crimen organizado con armas obsoletas,  un déficit de policías, una flotilla de unidades en mal estado, centros de comando totalmente vulnerables a fugas de información y con equipo tecnológico que no ha tenido mantenimiento en los últimos cuatro años.

El diagnóstico de la situación de las corporaciones que enfrentan al delito fue presentado por Genaro Robles Casillas, secretario de Seguridad Pública, en el Salón Constituyentes del Congreso del Estado, ante una audiencia que esperaba iba a estar compuesta por la mayoría de los diputados integrantes de la actual Legislatura.

Tanto Robles Casillas como el procurador General de Justicia, Marco Antonio Higuera Gómez, fueron citados a comparecer por la Diputación Permanente para que de manera conjunta ofrecieran una explicación del trabajo que desarrollan para enfrentar la delincuencia.

Cuando llegó puntual el procurador al recinto, sólo estaba presente un diputado de los 40 que integran la legislatura, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Marco Antonio Osuna Moreno. Sentados en el salón debieron esperar al menos 10 minutos para que se empezaran a ocupar los 30 lugares que se habían colocado para ser ocupado por legisladores. En realidad nunca se ocuparon todas las sillas destinadas a diputados; el mejor momento de asistencia apenas logró las presencia de 20 diputados, la mitad de los integrantes de la Legislatura. Al final de la comparecencia que se prolongó por tres horas, sólo había ocho diputados presentes: del PAS, Soila Maribel Gaxiola y Alba Virgen Montes Álvarez; del PAN, Roberto Cruz Castro  y Zenén Xóchihua Enciso; y del PRI, Feliciano Valle, Andrés Amílcar Félix, Karina Millán Bueno y Marco Antonio Osuna Moreno.

La situación de las  corporaciones policiales desmanteladas de equipo, vehículos, armas e infraestructura que heredó Mario López Valdez fue escuchada por muy pocos diputados.

Cuando se recibieron las corporaciones con la administración estatal de Quirino Ordaz Coppel, se encontró que Sinaloa está muy por abajo en lo que se refiere a policías estatales preventivos. En la entidad hay registrados 5 mil 598 policías, pero realmente efectivos operativos existen 3 mil 762 divididos en tres turnos, sin descontar los que están de vacaciones o con alguna discapacidad o en una situación médica. De acuerdo con parámetros de la ONU debiese existir tres policías por cada mil habitantes, por lo cual existe un déficit de cinco mil 232 policías, debiendo el estado contar con nueve mil policías.

La situación ha obligado, reportó el secretario de Seguridad Pública, de emplear elementos no aptos de acuerdo al examen de control de confianza.

El estado en que encontraron los vehículos de los policías es desolador. Los agentes estatales tienen vehículos en un 44 por ciento en malas condiciones, el 28 por ciento en buen estado, y el resto en situación regular.

En el caso de las policías municipales,  de 759 unidades, 198 están buen estado, 230 están en regular estado y en mal estado 331. En Cosalá, por ejemplo, ninguna unidad se encuentra en buen estado, en regular estado seis, al igual que Rosario; Mocorito sólo dos están en buenas condiciones.

El armamento es otra de las grandes debilidades de las corporaciones. Las armas son insuficientes para cubrir las necesidades de la policía estatal y los municipios. “Tenemos armamento que no se compara en nada al que trae la delincuencia organizada”, expresó el secretario de Seguridad Pública.

Detalló que las corporaciones traen armas de repetición, es decir, el funcionamiento es tiro a tiro, mientras que la delincuencia organizada porta armas automáticas de gran calibre, potencia y volumen de fuego.

Hay agentes que traen armas obsoletas tipo revolver, y otras que ya terminaron su periodo de vida, las cuales necesitan ser cambiadas.

En cuando a los centros de comando ubicados en Culiacán, Los Mochis y Mazatlán, con 603 cámaras, hay gran cantidad fuera de servicio. En el caso de la ciudad de Culiacán hace un mes sólo funcionaban 14 de 236, pero ya se reactivaron 67.

La infraestructura tecnológica es infuncional. Comprende los equipos de monitoreo, las cámaras de vigilancia, los radioenlaces y el software,  lo cuales no han recibido mantenimiento durante los últimos cuatro años, por lo que es muy importante renovar totalmente la plataforma, además que las instalaciones no cuentan con los estándares necesarios para albergar un centro de monitoreo y comunicaciones.

Otras de las deficiencias encontradas es que no se cuenta con un centro de comunicación alterno listo para operar cuando falle el otro, pero cuando se hizo la contratación del equipo no se contempló. Tampoco se encontró la operación  de medidas de seguridad como controles de acceso, políticas y directivas para cuidar la información, lo que vulnera todas las actividades del centro del comando de control.

En materia de comunicación social la Secretaría de Seguridad Pública está desarrollando un sistema de información para que la población reciba la información verdadera lo más rápido posible en situación de alta impacto como balaceras y “levantones”, contra la información que fluye a través de las diferentes redes sociales.

Para el procurador Marco Antonio Higuera Gómez, en materia de seguridad, percepción y realidad no son lo mismo.

No existe pasividad en la Procuraduría, ya que se trabaja junto con el gobierno federal en mesas de inteligencia para enfrentar el crimen organizado, argumentó ante un auditorio que conforme pasaba el tiempo iba disminuyendo el número de diputados presentes hasta quedar solamente en ocho.

Contrario a lo esperado, ningún diputado preguntó al procurador sobre la situación o destino pendiente de las denuncias presentadas contra funcionarios públicos por la Auditoría Superior del Estado o la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del Gobierno del Estado.