Las acusaciones mutuas, prevalecieron en el tercer debate de los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos.

La candidata democráta, Hillary Clinton, aseguró que su oponente “explotó a trabajadores indocumentados”.

En su respuesta, Trump no negó la acusación e insistió en su promesa de que, en caso de ganar las elecciones el 8 de noviembre, deportará a millones de migrantes que viven sin autorización en el país.

En una de sus participaciones, el aspirante republicano acusó que el presidente Barack Obama también ha deportado a millones de inmigrantes “y nadie dice nada”.

Animal Político señaló que el empresario contrató a una empresa que empleó a inmigrantes que estaban en el país de manera ilegal para las labores de construcción de la Torre Trump de Nueva York, y llegó a un arreglo sobre un proceso judicial relacionado fuera de la corte.

Entre los temas abordados se encuentran el aborto, la migración y los documentos filtrados por el portal WikiLeaks.

Trump tampoco se comprometió a aceptar su derrota, en caso de que Clintón obtenga la victoria en los comicios.

El candidato republicano dijo “lo veremos en su momento” ante la pregunta específica del moderador Chris Wallace, sobre si se apegaría a la tradición estadounidense de que el perdedor en las elecciones conceda la derrota ante el presidente electo.

Cuando Wallace volvió a presionarlo, Trump respondió: “los mantendré en suspenso”.

Las afirmaciones de Trump de que hay un complot de la prensa nacional en su contra, Hillary lo negó.

Insinuó que Clinton sería una presidenta ilegítima debido a su uso de un servidor privado de correos electrónicos cuando fungió como secretaria de Estado.

Señaló: “Nunca se le debió permitir que se postulara”.