De enero a agosto, las cifras indican un aumento de decesos de recién nacidos en el IMSS
Para el 26 de septiembre de 2014, la cifra de decesos de neonatos prematuros iba en 23; en 2015, ese número se incrementó a 39 en el mismo período, y las versiones de que es una bacteria la que está terminando con la vida de los bebés se vuelve confusa.
Desde el 18 de septiembre a la fecha, autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no han hecho público el número real de decesos de neonatos prematuros en el Hospital General Regional número 1, e insisten en que las muertes “es algo habitual en bebés prematuros”.
Sin embargo, el caso de Francisco Javier Cortés y de su esposa, la palabra “habitual” puede tener un contexto muy diferente, ya que, por segunda ocasión, un bebé de ese matrimonio no logró salvar la vida.
La primera vez fue hace cinco años, y esta vez, en la efervescencia de un tema que se torna cada vez más delicado por la secrecía que manejan autoridades del IMSS, el deceso de un neonato prematuro se volvió cuestión de fortuna.
El bebé de Francisco Javier nació un 30 de agosto con prematurez por preclamsia, y horas después fue declarado muerto por los médicos, y ninguna de las versiones convencen a la familia.
“Me he preguntado de qué falleció nuestra bebé. No sé… no sé de qué falleció. Tengo dos frases, digamos, dos argumentos. El argumento uno es el que me dio la doctora en la mañana, cuando me dicen que falleció mi hijo. ¿Qué pasó?, le digo. ‘No, pues eso es lo que yo quisiera saber’, me dijo, ‘falleció, le pegaron tres o cuatro infartos en la madrugada y al último ya no lo pudieron sacar’, eso fue lo que me dijo”, explicó.
“El pediatra, en la noche cuando voy a la visita en terapia intensiva, y salgo y lo veo, pues le digo ‘doctor, soy el papá del bebé de la cuna 328 que falleció la madrugada de ahora’. Ah sí, me dice. ‘Pues vengo a darle las gracias por la manera en que atendió a mi bebé y si me puede decir de qué murió’. Y así, a grandes rasgos me dijo que a mi bebé se le olvidó respirar”, añadió.
Ese mismo mes pero en 2014, solamente ocurrieron cuatro muertes en el HGR 1. Uno de ellos en el cunero patológico –área del hospital donde atienden a neonatos con condiciones patológicas, como bacterias- y tres más en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN); en 2015, la cifra es de cinco, dos de ellos en cuneros patológicos y el resto en la UCIN.
Por ello, las probabilidades de que un rayo caiga en el mismo sitio dos veces, deberían de bajar. Pero las cifras por decesos en esas circunstancias en el HGR 1 se incrementan, con una atención de 3 mil 233 partos en lo que va del año, según documentos del instituto, a los que Ríodoce tuvo acceso.
“Se le estaba dando tratamiento para la presión y todo eso… íbamos bien, en los estudios de laboratorio salía bien, la doctora me decía que iba bien. Ya cuando nace el bebé el día 30 en la noche me dice el pediatra ‘¿sabes qué?… tu bebé está infectado’. Pero infectado de qué, le digo, si los estudios de laboratorio salieron bien y eso fue todo lo que me dijo”, añadió Francisco Javier.
Posteriormente, el día 10 de septiembre, el comité de infecciones detecta que en dos niños se aísla una bacteria que se llama ‘klepsiella’, y como producto de ese análisis y del aislamiento en dos niños, se decide cerrar el cunero. Los niños son trasladados a otra área segura para su atención y, según el especialista José de Jesús Arriaga Dávila, de ahí en ese punto surgen dos condiciones.
“La primera es la atención de los pacientes. Es una prioridad para el instituto en este y en todo momento la atención de sus pacientes, y entonces asegurarnos que tuvieran todas las condiciones de atención y el apoyo, apoyando a los médicos y enfermeras de la delegación” explicó el doctor Arriaga, quien funge como director del Hospital de Pediatría de la Unidad Médica de Alta Especialidad, del Centro Médico Nacional de Occidente.
“Y la otra línea que es igual de importante en términos de lo que ustedes han reseñado, es que también ese mismo día 19, junto con Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) inspeccionamos el área del cunero que ya estaba cerrado, y entonces se decide tomar acciones para mejorar la seguridad de la operación de esa área”, añadió.
Al margen de las investigaciones de la Cofepris y las unidades de especialistas del IMSS, el comparativo entre 2014 y el 2015 marca un particular ascenso en las muertes de bebés prematuros.
Según datos del doctor Arriaga Dávila, la prematurez es algo normal.
“Son pacientes que tienen riesgos de morir… no es deseable y se toman los cuidados, pero a pesar de eso se corre el riesgo”.
Sin embargo, por segunda ocasión, a pesar de los cuidados tomados en la esposa de Francisco Javier, la muerte alcanzó a su bebé, y a la fecha, la versión oficial aún permanece como desconocida.
“A mi esposa en terapia intensiva la trataron bien. Las cosas hay que decirlas como son. Yo miré que a mi bebé también lo trataron bien, algo pasó que se escapó de las manos de los médicos que la atendieron, algo pasó, eso es lo que yo quiero saber. Saber qué pasó. Ya me hacía yo que tenía a mi bebé, y pues no lo tuve, lo tuve muerto nada más. Yo nada más lo pude ver el día primero de este mes por menos de dos minutos y después ya no lo vi”, dijo.
En el HGR 1, en el período entre enero y agosto de 2014 ocurrieron 3 mil 255 partos, y en total durante todo ese año sumaron 52 decesos de neonatos prematuros, con 5 mil 237 alumbramientos. En el mismo período, pero de 2015, la cifra de partos fue de 3 mil 233 y el número de decesos se incrementó hasta llegar a 39 de enero a agosto.
Versiones extraoficiales indican que durante septiembre van 13 decesos, de los cuales, el IMSS ha admitido solamente tres; de estos admitidos por el instituto, dos decesos están siendo investigados por la presencia de la bacteria “klepsiella”. Los datos de septiembre, continúan sin ser revelados.
A la fecha, un total de seis familias han interpuesto denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, con el fin de aclarar los decesos. El caso también está siendo investigado por autoridades de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
