La última vez que vi a Luis Villoro fue en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el año 2003. Un grupo de familiares y amigos nos dimos cita en ese lugar, para darle sepultura a los restos de Heberto Castillo. Luis Villoro fue el único orador en ese evento. Villoro y Heberto fueron amigos y compañeros de lucha, y fueron fundadores del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).
Uno de los mejores textos sobre la independencia de México es La Revolución de Independencia, se encuentra en el libro Historia General de México, escrito por Luis Villoro, y editado por el Colegio de México.
Nunca un imperio había mantenido tan sujetadas a sus colonias como lo fue la corona española con sus colonias en América. Las trece colonias de Norteamérica habían crecido y se habían desarrollado en buena medida guardando una cierta distancia de la metrópoli inglesa. La élite gobernante en España no tenía llena, vivían en el lujo y en el dispendio. Extraer la mayor cantidad de riqueza de sus colonias era su principal objetivo. Eso generó malestar, y al final la Revolución.
Las reformas administrativas introducidas a partir de 1786, con el establecimiento del aparato de intendencias, tendía a reforzar y controlar mejor el sistema impositivo. Los impuestos pesaban sobre todo en el sector con menor capacidad de acumulación de capital: hacendados, clero e incipiente industria manufacturera. La reforma impositiva pagó enormes dividendos a la corona. Cerca de 10 millones de pesos llegaron a embarcarse a España por concepto de impuestos. A principios del siglo XIX, la Nueva España suministraba las tres cuartas partes del total de sus ingresos de las colonias. La explotación colonial había llegado a su punto máximo.
En el año 1808, una serie de eventos inusitados manifestaban la debilidad del imperio y, a la vez abría la posibilidad de cambios. En el mes de marzo, las tropas de Napoleón entraban incontenibles en España. Carlos IV se apresuraba a abdicar la corona a favor de su hijo Fernando. Pero en abril, tanto éste como su padre emprendían el viaje a la frontera francesa para ganarse la corona a cambio de favorecer a Napoleón.
¿Y en América? En las colonias hispánicas se mantiene la misma estructura de poder que ha regido durante trecientos años. El virrey y la Real Audiencia son los representantes legítimos de la Corona. Sin embargo, se hace sentir un gran vacío que inquieta todas las conciencias. Por primera vez un problema debatido teóricamente por los letrados se convierte en un problema real: ¿en quién recae la soberanía?, ¿a quién debe obediencia ahora el novohispano?
Con el levantamiento de Dolores, el movimiento a favor de la independencia se transforma. Las grandes masas trabajadoras entran en escena. La opresión a que estaban sometidas, su miseria e incultura, su falta de organización, convierten su movimiento en súbito, anárquico y explosivo. Por su composición social, se trata de una rebelión campesina. Una revolución campesina que triunfará.
La independencia y soberanía lograda por esa revolución social, se ha venido perdiendo. Hoy la libertad de un país se mide por su competitividad. Hoy requerimos de más productos extranjeros, porque no son producidos por la planta productiva nacional.
Hoy somos tan dependientes del extranjero que seguimos comprando cada vez mayores de volúmenes de gasolina, y lo que es peor, hoy hasta compramos petróleo crudo.
Nuestra deuda externa crece en forma desorbitante en el gobierno de Enrique Peña Nieto. La deuda del sector público creció a un ritmo de mil 622 millones de pesos diarios desde el inicio de la actual administración, hasta alcanzar un monto sin precedente de 6 billones 229 mil 177 millones de pesos, cantidad que equivale a 36 por ciento del valor de la economía nacional
Leer a Luis Villoro en este mes de septiembre, es una necesidad, para seguir refrescando nuestros conocimientos sobre la Independencia de México.
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