Las contradicciones del caso  

La suerte del Mochomo en una corte de los Estados Unidos

 

MDF80121031. Este lunes fue presentado en el Hangar de la PGR, en la

 

 

Alfredo Beltrán Leyva el Mochomo podría estar enfrentando su destino final este lunes, cuando una corte federal de distrito, en Washington DC, realice la segunda audiencia preliminar en un caso en que el gobierno de Estados Unidos ha dicho que irá con todo para hundir a uno de los antiguos líderes del Cártel de Sinaloa.

De acuerdo con documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Alfredo Beltrán Leyva estaría involucrado en tráfico de drogas, homicidio, intimidación, y sobornos a altos mandos policiacos de la Policía Ministerial de Sinaloa, a mandos policiacos de la ciudad de Culiacán, y a un gobernador, según revelan al menos dos testigos protegidos que cooperan con las autoridades de ese país y que estarían dispuestos a carearse con el Mochomo.

“Esta es la fase de desahogo de pruebas, y vemos muy difícil que los fiscales pretendan negociar con el acusado y el protocolo es que tanto los fiscales como la defensa siga aportando elementos para que entonces el juez defina el inicio de juicio, donde ya las pruebas se harían públicas y los careos se realizarían”, dijeron fuentes del Departamento de Justicia.

Uno de los motivos por los cuales el USDOJ no negociará con Alfredo Beltrán es que ya no lo necesita, como en su momento necesitó a otros ex integrantes del Cártel que comandan Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán Loera, entre ellos Rodrigo Aréchiga el Chino Ántrax, Ovidio Limón, Humberto Loya Castro y Vicente Zambada el Vicentillo, que revelaron a las autoridades de ese país cómo operaba el Cártel de Sinaloa y decidieron cooperar a cambio de una reducción en sus condenas.

Eduardo Balarezo, abogado de Beltrán Leyva, dijo  que ellos están listos para enfrentar a Estados Unidos, y que no se dejarán intimidar por las amenazas de algo que ellos califican como “una cacería de brujas”.

“Estamos tranquilos, preparando nuestro caso para presentarlo ante la corte, y que el juez note que los fiscales están siendo demasiado severos contra mi defendido, porque en primer lugar lo extraditan por narcotraficante, y ahora lo quieren juzgar también por homicidios que ocurrieron fuera de su jurisdicción”, objetó Balarezo.

 

Las contradicciones del Tío Sam

 

Entre los más de 50 homicidios que el Mochomo, ordenó destaca el de Julio Cesar Beltrán Quintero, el 13 de Julio de 2005, aunque según el expediente número 2009R01065/OCDETF#NY-NYE-616, presentado el 25 de septiembre de 2014 en el Distrito Este de Nueva York, quien habría ordenado esa muerte no fue Alfredo Beltrán, sino Joaquín Guzmán e Ismael Zambada.

Inclusive, ese habría sido el motivo por el cual el USDOJ presentó cargos por homicidio a ambos capos, en lo que fue considerada “una acusación sin precedente”, por tratarse de asesinatos ocurridos fuera de la jurisdicción de Estados Unidos, misma situación que ahora enfrenta el Mochomo: está siendo acusado por homicidios ocurridos fuera de territorio estadounidense, pero además por un homicidio por el que ya se acusó al Mayo Zambada y al Chapo Guzmán, y en ningún momento se le menciona a él.

Ambas acusaciones se estarían contradiciendo, porque mientras en el expediente del Distrito de Nueva York sugiere que las evidencias de que el Chapo y el Mayo fueron quienes ordenaron ese homicidio “son sólidas”, el expediente CR-12-184-01 del Distrito de Columbia también asegura que el asesinato del Julión lo ordenó el Mochomo por indicaciones de Arturo Beltrán Leyva, y no por órdenes del Chapo ni del Mayo. Extrañamente, ambas acusaciones, de las cuales Ríodoce tiene copia, están firmadas por la misma fiscal: Andrea Goldbarg,

Más extraño aún es que, en la acusación contra Alfredo Beltrán,  la fiscal Goldbarg lo describe como un hombre de algunos 1.72 metros de estatura, cuando éste mide casi dos metros.

“Las pruebas de cada delito de que se acusa al señor Beltrán Leyva son contundentes; hay testigos protegidos que testificarán en su contra, hay grabaciones telefónicas, fotografías y videos de su participación en el tráfico de drogas”, dijo Golberg, en un testimonio por escrito presentado ante la magistrado Deborah Robinson.

Otro de los homicidios en que pudiera estar involucrado el Mochomo es el de Óscar Rivera Inzunza, ex editor del periódico Noroeste y vocero de seguridad del gobierno estatal, quien fuera cercano al general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy –cuando éste fungió como comandante de la Novena Zona Militar, en Culiacán-, a quien Alfredo Beltrán Leyva intentó sobornar, pero ante la negativa del militar, empezó a tirarle perros muertos a balazos afuera del cuartel militar donde estaba asignado.

En todos los casos, se dice, hay testigos protegidos para testificar sobre todos esos señalamientos, incluso, según expone el USDOJ, existen pruebas que podrán corroborar esos señalamientos, tanto en los homicidios ocurridos como en los sobornos hechos a funcionarios sinaloenses, incluyendo un gobernador.

El Mochomo fue detenido en febrero de 2008 por elementos del Ejército Mexicano dirigidos por el propio General Eddy, apenas cinco meses después del homicidio de Rivera Inzunza. Fue extraditado el 26 de noviembre de 2014, según muestra la petición de extradición firmada por la PGR, luego de varios amparos presentados por su defensa en México, mismos que fueron negados las autoridades mexicanas.

 

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