Búsqueda de desaparecidos, entre la apariencia oficial y el desespero de familias

El director general de Atención a Víctimas de Desaparición de la Procuraduría General de la República (PGR), Joaquín Torres Osorno anunció aquí la elaboración de la Cartilla de Personas Desaparecidas, ante poco menos de 100 personas que buscan a familiares ausentes.

Y aclaró: “no servirá para encontrar a las familias, pero sí para hacer valer los derechos de éstos ante los funcionarios federales, estatales y municipales. Servirá para hacer menos tortuoso el camino de búsqueda de los desaparecidos, y para que las familias no se pierdan en el proceso, que en ocasiones puede ser largo y doloroso”.

Torres Osorno estuvo aquí para reunirse con mujeres miembros de la asociación “Desaparecidos de El Fuerte”, pero que coloquialmente son conocidas como Las Rastreadoras de Cuerpos, y dar los avances de las últimas reuniones sostenidas tanto en la capital del país como en la ciudad. A ellas les dijo que el documento es elaborado con base en protocolos internacionales, intelectuales nacionales y la experiencia de las familias.

“Esperamos influir en las investigaciones ministeriales para la búsqueda en vida de los desaparecidos, porque todos los procedimientos actuales parecen ser que se enfocan a fallecidos”.

Después mostró los carteles de búsqueda de los desaparecidos e hizo que cada familiar los revisara para que encontrase los errores que pudieran haberse cometido, y pidió a las que no se hubiesen elaborado que proporcionaran las fotografías y demás datos.

Las mujeres también recibieron asesoría de lo que debería de hacerse en cada caso y más personas fueron enviadas a la delegación actual de la PGR para que denunciaran otros casos.

En tanto, el Director de la Asesoría Jurídica Federal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Rubén Vasconcelos Méndez, dijo que han atendido 47 casos de desaparecidos en el norte de Sinaloa, de los cuales se han encontrado que 29 expedientes no tienen representación jurídica, por lo que urgió a las familias a iniciar los procedimientos y obtener esa asesoría legal.

Más anuncios, pocos resultados

Jesús Arnoldo Serrano Castelo, Subprocurador Regional Zona norte de Sinaloa anunció que se aprobaron tres búsquedas de personas desaparecidas, pero a la fecha no se han realizado porque no se ha determinado la logística.

Dijo que la prioridad es la búsqueda de las personas en las condiciones que pudiesen encontrarse y rechazó que las pesquisas sean sólo discurso y palabras para calmar las demandas de los familiares de los ausentes.

No obstante, dijo desconocer la cantidad de expedientes abiertos por ausencia de personas o desaparecidos ni pudo establecer cuántos de esos casos se han concluido con la entrega de restos mortales o con la ubicación de los seres humanos vivos.

“Estamos trabajando en los casos”, dijo.

Por su parte, Mirna Nereida Medina Quiñónez, cuyo hijo presuntamente desapareció a manos de un grupo policial de El Fuerte, consideró los anuncios como un logro más de la lucha por encontrar a los ausentes, aunque poco satisfactorio, porque lo que se busca es reunir a las familias con los desaparecidos. “Hasta ahora no lo hemos conseguido, pero poco a poco las instituciones se están moviendo en el sentido que demandas las familias. Esperamos más acción, muy pronto”.

En tanto las autoridades deciden movilizarse, las ausencias de personas en “levantones” van en aumento. “Cada día conocemos más casos, se suman más personas a estas reuniones que no tienen mayor objetivo que es la de encontrar a los ausentes”.

Medina Quiñonez asegura que pese a todos los obstáculos oficiales y prácticos, las madres con hijos desaparecidos, las mujeres con esposos ausentes y los huérfanos y huérfanas forzados, seguirán buscando a sus familiares por donde apunte cualquier indicio. “Todos seguimos cualquier pista que nos den. Nunca nos vamos a cansar de buscarlos. Dejaremos esto sólo cuando estemos con nuestros familiares, antes nunca”.

Siguen “levantones”

El mecánico Alfonso Rafael Rodríguez Ponce se encontraba descansando en su casa del Infonavit Mochicahui, al oriente de la ciudad, cuando un grupo de civiles armados se lo llevó por la fuerza.

Han pasado ya dos semanas de aquella privación ilegal de la libertad y desde entonces nada se sabe de su paradero.

María de los Ángeles Luque, esposa de Alfonso, dijo estar desesperada por la situación que forzosamente atraviesa su familia, ya que jamás pensaron que habrían ser víctimas de una situación similar.

Aseguró que sólo busca recuperar a su esposo, olvidar el caso, y continuar con su habitual vida, que sin sobresaltos llevaban hasta hace dos semanas.

“Sólo quiero vivir con mi familia en paz. Esto es desesperante”.