¿Existe quien no quiera vivir de nuevo una experiencia que considera la mejor de su vida? ¿Quién no añora estar en algún lugar, ver de nuevo a una persona o que ciertas situaciones sean como antes? ¿Por qué hay vivencias que ya no recordamos? ¿Por qué unos recuerdos se desvanecen para siempre y otros son recurrentes?

Sin importar la edad, mucho de lo que hablamos tiene que ver con el pasado y, generalmente, la intención de sacarlo a flote es por lo significativo que fue y se desea volver a ese momento.

Intensa-Mente (Inside Out/EU/2015), dirigida por Pete Docter , la nueva entrega de Pixar -que para no perder la costumbre, es impresionante-, tiene la intención de mover esas memorias del espectador, de decirle cómo funciona su mente y por qué ésta es como lo dice su título en español: intensa.

Riley tiene una vida perfecta al lado de sus padres y amigos en Minnesota, es muy sobresaliente en el hockey, y al parecer no hay nada que la perturbe, hasta que se entera que toda la familia debe mudarse a San Francisco.

La nueva casa no es de su agrado, no se adapta a la escuela, no le gustan sus compañeros y no tiene amigos, así que la alegría que la caracterizaba se van apagando poco a poco, y comienza a tener problemas con sus papás, cuando antes era impensable.

Un día decide que la solución es regresar a Minnesota, porque allá está todo lo que la hacía feliz, el inconveniente es que quiere irse sola y sin avisarle a nadie.

Lo que ella no sabe es que todas las emociones, sentimientos y acciones que tiene y hace, no son decisiones de ella, completamente: en su mente están Alegría, Tristeza, Miedo, Desagrado y Enojo, caracterizados con los colores amarillo, azul, morado, verde y rojo, respectivamente, un equipo súper organizado, encargados de los pensamientos de Riley, de guardar o activar sus recuerdos en todo momento, y que tratará de evitar que la chica se vaya de su casa, removiéndole un pasado que la haga recapacitar.

Indiscutiblemente, una de las fortalezas de Pixar es la animación, cuidada hasta el mínimo detalle y de un realismo sorprendente, pero si algo sabe esta productora es cómo llegarle al espectador con esas historias que, sin duda, hacen que se identifique y lo lleve a vivir cualquier emoción al máximo nivel, y no sólo a los niños, a quienes mayormente van dirigidas sus cintas, sino también a los adultos, quienes finalmente terminan si no más, igual de cautivados que los más pequeños.

La primera pregunta que me surgió al ver Intensa-Mente, fue si los niños entendían la trama de la cinta o qué tanto comprendían de la historia en sí y de cómo funcionan la mente de la protagonista, porque, al inicio, vi tedioso y complicado para ellos ese triángulo inevitable entre espectador, personaje principal y la mente de éste: el ir de uno a otro, me pareció que les sería confuso, pero después de un momento mis dudas se fueron y sólo quedó, de parte de todos, disfrutar la película.

Ese planteamiento del filme, del mecanismo que hay en la mente, encargado de los recuerdos, de cómo se mantienen y de por qué se desvanecen, es una de las mejores ideas que he visto en el cine. Honestamente no creo que haya alguien que no termine encantado. No se la pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.