Pacto en alta mar

Pacto en alta mar

 

 

 

Hay un rumor que circula en Mazatlán sobre lo sucedido en las pasadas elecciones, donde el priista venido en verde, Quirino Ordaz, derrotó, entre otros políticos de considerable calidad y experiencia,  al panista Martín Pérez.

Se trataría de un supuesto intento de pacto sui generis de última hora entre el diputado federal Martín Heredia y el diputado dirigente pasista, Héctor Melesio Cuen Ojeda, para sacar adelante al candidato panista por el octavo distrito.

Ellos, conocedores de cómo funciona el sistema de espionaje político, acordaron celebrar un encuentro en alta mar en la víspera de la elección constitucional, para intercambiar apoyos electorales en el sexto y el octavo distrito.

Si, en alta mar, para que no hubiera testigos y tampoco comunicación satelital. El yate temprano abrió surcos en el mar con destino desconocido. Irían, eso sí, sólo los que tenían que estar. Quizá más un capitán con su chalán.

Y en esa estaban cuando llegó al celular de Martín Heredia un mensaje del gobernador, dándole santo y seña de donde se encontraban, además del objetivo de ese tipo de reunión alejada del bullicio de la ciudad y sus restaurantes.

Y vendría la amenaza: “Si pactan, atente a las consecuencias”. Mera coincidencia quizá, pero tres días después fueron secuestrados los operadores del PAN, de los que se rumora también traían en el momento del levantón 4 millones de pesos. Nunca se dijo nada de ese dinero y su destino. Uno de los secuestrados dijo que no quería hablar más del asunto.

Viene la jornada electoral y lo que parecía cerrado entre el PRI y el PAN, se empezó abrir a favor del candidato de la coalición PVEM-PRI. Obtuvo un triunfo con 5 mil votos de diferencia. El PAN no interpuso ningún recurso ante la autoridad y Martín Pérez volvió serenamente a su escaño del Congreso del Estado.

Eso sí, en descargo no llegó diciendo vuelvo a trabajar, sino confesando que en el 16 buscará la alcaldía de Mazatlán (o sea que nuevamente abandonara la curul para ir de chapulín a Mazatlán y si resulta derrotado regresará a su curul para convertirse en el único que lo intenta dos veces en menos de un año) ¿Y si va de nuevo contra Quirino Ordaz? Peor, sin duda.

Sé que esto es un rumor a voces y no podríamos afirmar su veracidad. Si sucedió, pocos lo saben y quizá cuando escriban sus memorias van a platicar los detalles de este periplo marino. Lo cierto es que el PAS con sus cuatro independientes, tuvo su más baja votación en el distrito electoral 08. Giova Camacho no alcanzó los 13 mil votos que obtuvo como candidato a diputado local en 2013 y mucho menos las 27 mil firmas que presentó ante la autoridad electoral para su registro como independiente.

Pero no hay nada que indique que trasfirió votos a Martín Pérez, ni tampoco del PAN hacia Víctor Antonio Corrales Burgueño, el otro candidato independiente del PAS, en el distrito electoral 06, quien no solo no ganó sino igual no alcanzó el voto de las firmas presentadas.

O sea, si ocurrió, el mensaje del gobernador surtió su efecto en el ánimo de los políticos en altamar y no pudieron articular un operativo que rindiera frutos a ambas formaciones, sino se congelaron y con ellos sus candidatos.

Hay quienes dicen que cuando se le planteó la posibilidad de sacrificarse a favor del candidato panista, los candidatos pasistas se rebelaron en contra de la decisión antidemocrática y pragmática de su líder. No aceptaron o aceptaron a regañadientes. Eso también lo sabrán ellos.

En fin, la política no deja de tener contrastes, por un lado está la formalidad de las reglas del juego escrito en una prosa que busca no dejar resquicios a los oportunistas como lo sugeriría hace unos siglos el conde Montesquieu y el otro, el oscuro, el de la política real, el que va con la venia del poder.

Aquel que no repara en los medios para lograr fines. El mundo descarnado que revela Maquiavelo en El Príncipe, donde todo se vale, con tal de alcanzar o conservar el poder. Así sea sólo para hacer dinero.

Eso parecería que sucedió en  distrito electoral 08, pero nadie puede asegurar que no haya sido así donde los pronósticos venían cerrados, como sucedió en Ahome y Guasave, y fue imposible en Culiacán pese a los rumores y balandronadas de algunos políticos priistas.

 

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