Este viernes 19 de junio se cumplió el quinto aniversario del fallecimiento del escritor portugués José Saramago (1922-2010) y del cronista mexicano Carlos Monsiváis (1938-2010), dos comprometidos intelectuales que en vida, cada uno desde su trinchera y con sus particulares maneras, impulsaron el desarrollo de la inteligencia, se preocuparon por retratar las condiciones de su entorno y alzaron la voz contra las injusticias y las barbaries cometidas en esta época.
Premio Nobel de Literatura en 1998, Saramago fue recordado ayer jueves en Lisboa, Portugal, con una serie de actos, entre los que destaca la publicación de una serie de notas inéditas de su autoría.
Esas anotaciones fueron publicadas en el órgano oficial de la Fundación José Saramago, Blimunda, y en ellas se revela la intimidad creativa, las dudas y las luchas del escritor al desnudo, según reportó la agencia DPA.
La viuda del autor, Pilar del Río, precisó en una entrevista con la emisora por Internet Radiocable, que su marido no tenía ese pesimismo que le atribuían y que, por el contrario, poseía una enorme confianza en el ser humano.
Por separado, el quinto aniversario del fallecimiento de Carlos Monsiváis fue conmemorado el sábado pasado por diversas instancias federales y locales con un homenaje realizado en el Museo del Estanquillo, en la capital mexicana.
Fue un programa que duró todo el día y que incluyó una sesión continua de dos horas de lectura de su obra, talleres infantiles y juveniles, así como un par de mesas redondas, una sobre su faceta como ensayista y la otra acerca de su gusto por la fotografía.
Durante el acto, Gerardo Estrada, apoderado legal de la Asociación Cultural El Estanquillo y amigo del carismático periodista y escritor, afirmó que Monsiváis “está más presente que nunca” y resaltó la profunda deuda que el país tiene con él, por haber sido su consciencia viva.
Más que una persona crítica, “aunque sí tuvo una visión crítica de las cosas, era un analista; no era alguien que usara adjetivos por el simple hecho de emplearlos, para descalificar o celebrar; Carlos buscaba entender y comprender los fenómenos sociales, todo lo que sucedía a nuestro derredor”, destacó el promotor cultural.
El homenaje fue organizado por el Museo del Estanquillo, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), por conducto de su Dirección General de Publicaciones, así como la Secretaría de Cultura de la ciudad de México.
