Por fortuna, la oferta cinematográfica no se limita a la cartelera de los cines, aunque siempre será mejor una sala a oscuras  “como Dios manda”, se agradece que haya una inmensa lista de filmes en otros medios que, de no se ser así, jamás se podrían ver.

De ahí mi insistencia en mubi.com, en donde se pueden encontrar cintas que difícilmente se encontraran de otra manera, y ahora que veo (involuntariamente) Cercana obsesión (The Boy Next Door/EU/2015), dirigida por Rob Cohen, fue sólo para comprobar que, de no haber películas en la red o en DVD, la limitación sería realmente frustrante, desesperante y vergonzosa, como esta cinta protagonizada por Jennifer López.

Luego de la separación de su esposo Garrett (John Corbett) porque le fue infiel, la maestra de literatura Claire (la muy guapa López), se queda a vivir en casa con Kevin (Ian Nelson), su hijo adolescente, por lo que la dinámica familiar se complica un poco más.

El portón de la cochera se descompone una mañana, y Noah (Ryan Guzmán), un joven que recién llegó a vivir a la casa de enseguida para cuidar a su tío enfermo, se ofrece a ayudar. Su amabilidad y disposición agradan tanto a los vecinos de al lado, que pronto se hace muy amigo de ellos.

Noah enseñará mecánica a Kevin, lo alentará a que le hable e invite a salir a la chica que le gusta, lo llevará a la escuela y lo defenderá de quienes lo molestan ahí. Le regalará libros a Claire y los comentarán juntos, se inscribirá en su clase de literatura y buscará estar con ella en todo momento.

Aparentemente, el chico tiene buenas intenciones y ganará la confianza de todos, pero después de una noche en la que, un poco pasada de copas, Claire se queda en la casa de Noah, las cosas tomarán un rumbo distinto, y lo que parecía ser amabilidad, adquirirá un significado distinto, en donde el joven bueno y acomedido, mostrará sus verdaderas intenciones.

La cinta no inicia (tan) mal, pero después de la media hora, y una vez que ya están los elementos para que la trama se eleve, sucede lo contrario: comienza a caer a un ritmo en el que ya nada la detiene.

Si desde el título (en inglés y en español) ya se sabe mucho de lo que tratará la película, una vez que aparece Noah, no se tienen dudas de qué y cómo sucederá: su mirada, palabras, disposición y seguridad, confirman que uno de los principales problemas de Cercana obsesión es lo demasiado predecible.

Los elementos para un resultado interesante estaban ahí: una “estrella” que atrae público, actores que con poco más de esfuerzo hubieran trabajado mejor, una historia que con una trama distinta sería más interesante, pero Cohen prefirió entregar un cúmulo de clichés propios de lo que pretendía ser un thriller, y terminó siendo una revoltura de géneros que no definen a la película.

Están los diálogos de mal gusto que quieren ser chistosos, situaciones que buscan hacer un drama y se quedan en el intento, vueltas de tuerca que sugieren el suspenso y se adivinan al instante y, para colmo, actuaciones que no se sabe cuál es peor.

Me encanta el cine en el cine, pero mientras haya este tipo de cintas, seguiré recurriendo al internet o a la DVDoteca. Vaya a verla… bajo su propia responsabilidad, como siempre.