Es obvio el convencimiento de la opinión pública del papel primordial que el turismo desempeña en el contexto económico y social del estado de Sinaloa, así como de la importancia y urgencia de una reforma estructural en el sector, como pilar fundamental del desarrollo económico del estado.
La actividad turística es multisectorial y en términos económicos representa el 12 por ciento del PIB estatal y en destinos como Mazatlán el 82 por ciento de la población económicamente activa se ve impactada por el turismo.
Considero que el turismo debe ser impulsado a través de una reforma estructural por lo que es urgente y necesaria la promulgación de una nueva Ley de Turismo del Estado de Sinaloa que considere entre otros puntos:
1.- Consolidar a la Sectur Sinaloa como un ente público con capacidad de decisión ejecutiva; es decir, se debe pasar de la gestión a la ejecución como instancia rectora de las políticas públicas, que nos permita lograr que sea la primera actividad generadora de divisas en el estado, un instrumento más importante en la generación de empleos productivos y un verdadero motor detonante del desarrollo regional y de la disminución de los índices de pobreza, además, que sea la herramienta más importante para asegurar un desarrollo sustentable y equilibrado.
2.- Otro de los grandes temas, se refiere a la eficacia y productividad de la promoción turística debido a que es necesario reestructurar el instrumento generador de recursos dedicados a la promoción (Fideicomiso del Impuesto al Hospedaje) ya que hoy sus resultados demuestran que el Comité Técnico del mismo ya no funciona adecuadamente y hay que hacer algo diferente.
3.- La actual ley no menciona de manera clara lo relativo a la transportación turística, asignatura pendiente que debe ser regulada, para acabar con los vacíos jurídicos y así resolver los conflictos existentes sobre todo en Mazatlán.
4.- La Secretaría de Turismo debe encontrar los brazos financieros con tasas de fomento que den viabilidad a pequeñas y medianas empresas.
5.- Debe ser obligatoria la clasificación de categorías de establecimientos de hospedaje para ser realmente competitivos en los estándares de calidad. Hoy, al menos de la mitad de los hoteles que en el año 2007 se promovían como hoteles de 5 estrellas, se auto clasifican como de 4. Unos a causa del demérito en que sus instalaciones se encuentran actualmente y otros como estrategia de prospectación y ventas, sobre todo los que ofrecen tiempo compartido lo cual representa una competencia desleal para los que verdaderamente sí son de 4 estrellas.
6.- Es notorio el desequilibrio entre la formación de recursos humanos y los requerimientos de personal calificado y existe un bajo índice de inserción de los egresados al sector productivo, en parte por falta de especialización y también por las escasas oportunidades en el sector hotelero local y por la emigración a otros destinos turísticos como Los Cabos, Riviera Nayarit y otros. Por ello, es importante homologar las denominaciones de las carreras turísticas sobre todo en las escuelas de Hotelería y Gastronomía.
Como iniciativa privada debemos encontrar concordancia con los lineamientos a establecer por los poderes Ejecutivo y Legislativo, si Sinaloa quiere dar el gran salto en materia turística. Lo anterior es posible y no podemos seguir como estamos hoy, pero se necesita la integración y el trabajo conjunto entre todos los sectores relacionados para encontrar soluciones y adquirir compromisos.
