Autoridades mantienen una actitud de negación de que la tortura existe
Tras las recientes declaraciones de Juan Méndez, relator de la Organización de las Naciones Unidas donde declaró que “la tortura y los malos tratos son generalizados en México, el coordinador e investigador del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), Ernesto Cárdenas Villarello, se cuestionó ante el hecho de que el presidente Enrique Peña Nieto no haya emitido una opinión al respecto.
“Si bien es cierto que las declaraciones del relator son alarmantes, muchas organizaciones están preocupadas por ellas, pero la verdad es que no están alejadas de la realidad. Aún no nos explicamos si el presidente Peña Nieto avala este tipo de opiniones o tiene una opinión distinta”, resaltó Cárdenas.
Señaló que la posición de negación de las autoridades mexicanas –en el sentido de que la tortura en nuestro país no existe-, es “infundada”, ya que como institución es un tema que han documentado durante años.
Resalta que no esuna práctica exclusiva de México o de una policía en particular, “es un problema generalizado”, el cual no debe quedar fuera de la opinión pública.
“El clima que hay actualmente es de negación por parte de las autoridades, de que la tortura no existe, francamente es inexplicable. El informe del relator es grave, sí, pero no debe quedar ahí, es una opinión de una tendencia preocupante y justamente es para la prevención de los derechos humanos”.
Actualmente Insyde, en coordinación con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y diversas Procuradurías generales de Justicia, estánlanzando la Campaña Nacional para Prevenir la Tortura, que opera en 15 entidades federativas.
Dicha campaña busca crear conciencia y educar en el tema, tanto a mandos policialescomo a sociedad civil. Cárdenas Villarello declaró que uno de los objetivos principales del programa es posicionar este tema en la opinión pública.
“Es necesario que impulsemos principalmente el tema de la tortura como un fenómeno, como un problema de preocupación para la sociedad, con ayuda de los medios tenemos que mantenerlo como tema primordial para lograr una concientización”, dijo.
Ernesto Cárdenas explica que el tema de la tortura es amplio y que como organización buscan enfocarla como un fenómeno grave, ya que ésta no conoce de sexo, nivel socioeconómicoo entidad, lo que hace que deban tenerse una solución clara respecto al tema, como capacitación, policía entrenada; así como una campaña de sensibilización para las autoridades y la sociedad.
“Después de que la policía detiene a alguien, existe un periodo hasta que se expone ante las autoridades correspondientes, la persona está detenida e indefensa del mecanismo judicial, lo que impide detectar los maltratos, es esto lo que también tenemos que cambiar”, propone.
Por separado, Isabel Claudia Martínez Álvarez, investigadora en la Campaña Nacional para Prevenir la Tortura, explica que Insyde está trabajando tanto en una iniciativa legislativa para prevenir y sancionar la cultura de la tortura, investigar casos específicos que se tengan de esta práctica, así como tratar a las personas que han sido víctimas de ella.
Menciona que la línea de acción del instituto es primero aceptar las fallas legislativas relacionadas a la tortura, las cuales dificultan la comprobación eficiente de la misma, pero creen que aun teniendo estas fallas puede existir una solución si se usan los criterios adecuados.
“Estamos capacitando a las instancias, principalmente a las procuradurías de justicia de los estados, policía federal, ministerial, preventiva. La idea principalmente es prevenir la tortura, para que entiendan que deben dejar esta práctica, sensibilizarlos, estamos trabajando en todos estos temas, esa es la premisa”, asegura.
Resalta que un paso primordial e importante de la campaña es que cada institución se acerque a Insyde, ya que esto significa que la dependencia acepta la problemática que se está viviendo en el país.
En cuanto a la violencia de género, Martínez Álvarez dijo que para hablar de ese tema se tendría que aceptar que en México es una práctica totalmente “normalizada”.
“En México pareciera que no es violencia porque el tratamiento que se les da a las mujeres se ve como normal, ese es el principal conflicto. Cómo va existir un cambio, si sólo nosotras lo entendemos como problema, la sociedad grita que no es violencia”.
La investigadora del instituto declara que es un tema que están trabajando para que también se le reconozca como tortura, así como tratar como tema especial la tortura sexual en contra de las mujeres.
“Debemos de partir de la siguiente premisa, toda forma de violencia de genero ejercida por servidores públicos se convierte en una forma de tortura sexual. No tenemos que buscar mayores cosas”, afirmó Martínez.