“Este año no voy a votar, me tiene muy triste lo que está pasando en el país”, comenta un ciudadano a otro, mientras en la televisión un spot del Instituto Nacional Electoral urge a la participación.
La crisis económica, el incremento del desempleo, la inseguridad y los sucesos como Ayotzinapa, que han provocado la indignación de los mexicanos, podrían elevar el ya de por sí alto abstencionismo en el próximo proceso electoral en Sinaloa.
Representantes de los principales partidos en el Estado admiten la dura prueba a la que se enfrenta el sistema político mexicano, ante una ciudadanía harta y molesta.
Y es que además, este año en Sinaloa se registra un proceso federal intermedio, el cual de acuerdo con cifras históricas es de una baja participación.
Tan sólo en 2009, el 59 por ciento de los ciudadanos se abstuvieron de emitir su voto. Ese año, en la última elección federal intermedia, fue cuando Sinaloa registró una de las cifra más altas de abstencionismo en su historia, con más de la mitad de los sinaloenses inscritos en el padrón electoral que se negaron a participar en el proceso democrático.
Sin embargo, para el vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral en Sinaloa, Miguel Ángel Ochoa Aldana, la participación, por primera vez, de candidatos ciudadanos en la contienda, podría salvar el índice de votantes y elevarlo hasta en un 10 por ciento respecto al último registro.
Enemigo público
Aunque rechaza tajante que la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, alcance a manchar las elecciones en Sinaloa, Martha Tamayo Morales, presidenta del PRI en el Estado, admitió que en los años recientes los partidos políticos son percibidos como el enemigo público de los mexicanos.
La dirigente priista reconoció un “divorcio” entre la sociedad y la clase política, originado en múltiples actos de corrupción protagonizados hasta por su propio partido, según dijo.
“Hace mucho que la sociedad nos tiene a los partidos catalogados casi como enemigos públicos pero eso es en gran medida por la actuación de los propios partidos, incluido el mío. La clase política somos los responsables de ese divorcio entre la sociedad y la política. Yo creo que nunca es tarde y siempre debemos de hacer un esfuerzo para tratar de cambiar esa percepción y para dignificar y legitimar el ejercicio de la política”, enfatizó Tamayo Morales.
A la autocrítica se sumó Claudia Morales Acosta, dirigente del PRD en Sinaloa, quien dijo percibir mucho hartazgo y enojo entre los ciudadanos.
No sólo los candidatos que serán elegidos el próximo 7 de julio en Sinaloa, sino todo el sistema político atraviesa una de sus más fuertes crisis, señaló la presidenta del PRD.
“Yo lo que he sentido es mucho hartazo y mucha molestia ente los ciudadanos, ya no aguanta el país situaciones como las que hemos vivido en los últimos meses”, enfatizó Morales Acosta.
El dirigente estatal de Acción Nacional (PAN), Edgardo Burgos Marentes, consideró que además del descontento social contra la clase política, este proceso electoral podría reflejar un voto de castigo contra el gobierno federal en turno y contra el partido que lo representa.
“La gente está molesta, descontenta, asqueada, decepcionada de la clase política en general y del gobierno. Sí habrá un voto de castigo, el gobierno federal es quien mas lo va a recibir por todo los acontecimientos nivel nacional de corrupción, de impunidad, de inseguridad que ha protagonizado el propio presidente”, señaló Burgos Marentes.
Sin embargo, el líder político urgió a demostrar el descontento a través del voto y no con la abstención.
“Lo que nosotros queremos hacerles comprender es que precisamente la oportunidad democrática es la que nos puede dar la salida, si queremos manifestarle nuestro rechazo a la clase política hay que hacerlo a través del voto, castigando aquellos que crea la ciudadanía que los está llevando por mala ruta, ¿quien? por quien quieran, pero que voten y participen”, enfatizó Burgos Marentes.
Participación a la baja
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional Electoral, en los últimos cuatro procesos federales intermedios en Sinaloa, la participación ciudadana se ha caído en 23.5 puntos porcentuales.
En 1991, el 64. 7 por ciento de los sinaloenses inscritos en el padrón electoral salió a las urnas a elegir a sus representes en el Congreso de la Unión.
Pero seis años más tarde, en 1997, sólo el 57.9 por ciento de los votantes eligieron a sus diputados federales.
Para el siguiente proceso intermedio, en el 2003, la participación ciudadana tuvo una drástica caída con un registro de 40.29 por ciento de votantes.
En el 2009, las urnas contaron los votos de sólo el 41 por ciento de sinaloenses empadronados.
Según los indicadores del INE, cuando la elección de legisladores federales se acompaña de un proceso para elegir al presidente de la República, la participación de los sinaloenses incrementa, sin embargo, las últimas tres elecciones presidenciales también se han convertido en un monitor de la apatía social.
En 1994, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 76.3 de los sinaloenses en edad de votar, efectuaron su sufragio.
Pero en el 2000, cuando se logró la alternancia en México, con la elección del primer panista en la presidencia, Vicente Fox Quesada, el número de votantes sinaloenses disminuyó en un 12.8 por ciento.
Al llegar la elección federal del 2006, sólo el 55.8 por ciento de los sinaloenses eligió a Felipe Calderón Hinojosa, el resto se abstuvo de emitir su voto.
De 1994 al 2006, en Sinaloa la participación ciudadana en el proceso federal para elegir al presidente cayó 20.5 puntos porcentuales, un cifra muy cercana al descenso de la participación en las elecciones federales intermedias.
Candidatos ciudadanos
Contrario a sus vaticinios de procesos pasados, en esta ocasión Miguel Ángel Ochoa Aldana, vocal ejecutivo del recién transformado INE, se muestra positivo.
Y es que dice confiar en que el próximo 7 de julio se registre una recuperación del 5 hasta el 10 por ciento de la participación ciudadana, a partir de la figura de los candidatos independientes.
La propuesta de estos candidatos que no pertenecen a un partido político podría motivar la participación de ese sector de la ciudadanía que lleva años absteniéndose de participar.
El titular del INE en el Estado destaca que Sinaloa se ubica entre las entidades con más registros de candidatos ciudadanos. En todo el país se recibieron 122 inscripciones, de las cuales el INE avaló las solicitudes de 52 aspirantes.
Veracruz encabeza la lista con nueve candidatos, le sigue Puebla con siete aspirantes ciudadanos y Baja California con seis candidatos. Sinaloa recibió 8 solicitudes, que al cierre del proceso se oficializaron en seis candidaturas ciudadanas.
Mientras que estados como Baja California Sur, Campeche, Colima, Morelos, Sonora y Yucatán, no recibieron solicitudes de candidatos independientes.
“La elección federal intermedia en Sinaloa es una elección que siempre han sido poco los votantes que han participado, pero el hecho de que se hayan registrado candidatos independientes eso nos va dar más participación. Esto nos puede levantar un poco el abstencionismo”, confió Ocho Aldana.
Los candidatos independientes en Sinaloa son Jesús Alfredo Ayala López en el distrito 1; Manuel Clouthier Carrillo por el distrito 5; Víctor Antonio Corrales Burgueño en el distrito 6; José Vidal Jiménez Ramírez en el distrito 7 y en el distrito 8 habrá dos candidatos: Armando Zamora Canizalez y Giova Camacho Castro.
Campañas seguras
Tres días antes de arrancar las campañas, el dirigente del PAN en Sinaloa ofreció una rueda de prensa para urgir al gobierno del Estado y al INE a implementar protocolos de seguridad contra el crimen organizado.
Burgos Marentes enfatizó que se requiere seguridad tanto para los candidatos como para los funcionarios electorales que recorren zonas consideradas como peligrosas por estar bajo el control del crimen organizado.
Señaló que en ocasiones pasadas ya se han enfrentado a conflictos en lugares como Sinaloa de Leyva, Choix, Badiraguato, Mocorito, Rosario y en el sur de Culiacán, donde personas relacionadas con grupos delictivos les han impedido el ingreso a ciertas comunidades.
“Nosotros hemos tenido problemas claramente con el crimen organizado, lo que nos ha sucedido es que no nos dejan llegar a nuestros candidatos a hacer campaña, gente armada en carros se nos atraviesan y aquí no entran y a la hora de la jornada electoral no podemos mandar a nuestros representantes de casilla”, relató Burgos Marentes.
El dirigente explicó que se solicitará oficialmente al Gobierno del Estado que informe sobre las zonas conflictivas y determine sí es necesario el acompañamiento de elementos de seguridad pública para todos los participantes del proceso democrático.
“Es lamentable que a unos días de empezar el proceso todavía no existan protocolos establecidos con los partidos. Quien tiene realmente la información de zonas de riesgo, donde hay células delictivas, es la propia autoridad y vemos que a una semana de arrancar la elección no lo han hecho y por eso lo seguimos demandando”, enfatizó el líder panista.
Al respecto, Ocho Aldana, vocal ejecutivo del INE, descartó que existan zonas de riesgo o donde no se pueda llevar a cabo la elección por cuestiones de inseguridad, pero admitió que sí existen lugares, principalmente en la zona serrana, donde por la falta de pobladores se reubicarán las casillas.
Entre las dificultades del proceso, Ocho Aldana indicó la falta de habitantes en las zonas serranas, lo que complica la integración de los funcionarios de casilla.
Este domingo 5 de abril inicia el periodo de campañas, el cual tendrá una duración de dos meses, para concluir el 3 de junio.