Rusia ya no asistirá a las consultas relacionadas con un crucial tratado europeo de control de armas, al tiempo que acusó a Occidente de bloquear sus exigencias.
La medida ocurre en momentos en que las relaciones entre el Kremlin y Occidente se han desplomado a su punto más bajo desde la época de la Guerra Fría debido a la crisis ucraniana.
El tratado de Fuerzas Convencionales en Europa de 1990 limita el número de tanques, aeronaves y otras armas no nucleares desplegadas en el continente.
Moscú suspendió su participación en 2007, bajo el argumento de que las naciones que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte no ratificaron una nueva versión firmada en 1999.
El diplomático ruso Anton Mazur dijo el martes en Viena que Rusia no asistirá a las reuniones de un grupo consultivo relacionadas con el acuerdo, lo que significa que “la suspensión se ha vuelto completa”.
Sin embargo, agregó que el gobierno ruso aún está abierto a próximas negociaciones para el control de armas. (AP)
