Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) pillaron en plena invasión de un coto de caza a enviados del diputado federal aliancista, Rubén Benjamín Félix Hays, quienes atacaron a un grupo de turistas cinegéticos, al grado de destrozar a pedradas y navajazos varios vehículos y aerobotes.

A regañadientes, los inspectores levantaron un acta de hechos, ordenada desde la delegación estatal de Profepa.

Incluso, en la actuación oficial advirtieron al estadunidense David Mark Warner y al guía de caza, Francisco Ramos, ambos enviados del diputado Félix Hays para violentar la zona de desembarque,  que los equipos de aeronavegación y terrestres serían incautados y trasladados a una pensión policial, en caso de que reincidieran en la invasión de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre “Sinalopato”.

Ambos se mostraron reacios a la inspección y al levantamiento de acta e incluso reportaron lo sucedido a su jefe, el diputado federal, quien vía celular les daba instrucción de qué hacer.

Los inspectores actuaron con base a una orden superior, y esperaron por casi una hora el desembarque de algunos desconocidos que habían invadido la UMAS “Sinalopato”.

Resultó que estos eran el estadunidense y Francisco Ramos, así como dos personas más.

Al ser encarados, Ramos montó en cólera y mostró documentos que según él amparaban la estancia legal en el desembarcadero de Sinalopato.

“Es propiedad de Ernesto Félix Hays”, alegó.

Quizá, le respondió el inspector, pero hay orden de levantar un acta de hechos. Y procedió a elaborarla, no sin antes justificarse de que eso era un abuso, pues no se cometía infracción alguna.

Sumamente molesto, Ramos comenzó a alardear del poder de su jefe, el diputado federal, y aseguró que todos los civiles que entraran a su zona serían atacados, a pedradas y a navajazos.

“Si entran a nuestra zona les va a pasar lo que a Roberto Balderrama, que entre Ernesto, yo y otros les quebramos los vidrios a su carros y les ponchamos las llantas con navajas. Eso lo ordenó Rubén, y es lo que vamos a hacer con ustedes. Y si insisten en meterse, les vamos a poner una chinga”, retó.

Y luego la arremetió en contra del agricultor Abel Cota, cuyo cerco metálico fue roto con una pulidora. “Y tú Abel, vale más que te escondas cuando veas patrullas porque el diputado ordenó detenerte a Seguridad Pública, por no darnos el paso por tu propiedad. Tu tierra va a ser nuestra, de ahora en adelante”.

¿Para qué te metes con gente poderosa como los Félix Hays? Amenazó.

“Me defenderé”, respondió Abel.

Los inspectores de PROFEPA, ante tal alarde y bravata se dispusieron a levantar el acta, en tanto que Ramos continuó lanzando advertencias al aire.

El gringo Warner se mostró tranquilo y sostuvo en spanglish que acataría la orden de la autoridad y que no desembarcaría más en “Sinalopato”.

La causa

La actuación ordenada por PROFEPA-Culiacán se encuadra en el rompimiento deliberado de acuerdos previos firmados ante Florentino Chillopa, subdirector de SEMARNAT, por Armando Rodríguez apoderado legal de PT Hunting para representar el convenio de aprovechamiento de la zona federal por los Félix Hays.

El acuerdo fue firmado el 15 de diciembre y ratificado el 16.

En el mismo se asienta que en caso de invasión se procederá legalmente conforme lo marca la normatividad aplicable al caso.

Hasta ahora, ningún pacto de no agresión ha funcionado como control de la ira de los Félix Hays en contra de Balderrama, y las agresiones van en aumento.

Hasta ahora, sólo Roberto Balderrama es conocido en el mundo por ser el prestador de turismo cinegético regional, actividad que el diputado federal pretende desacreditar, amparado en su fuero de impunidad.

El diputado se ha negado a hablar del caso.

Balderrama sostiene que pese a las provocaciones, mantendrá la promoción de Sinaloa en el extranjero, pues se trata de una actividad que desde hace más de 30 años realiza, incluso teniendo en contra la conectividad aérea, que es nula.

“Traer turismo de caza a la región es muy caro, y no hay ninguna promoción, por lo que es muy duro ver cómo se afecta una actividad tan noble sólo porque alguien llegó a la diputación federal y con el fuero pretende imponerse a la fuerza y terror sobre particulares que desde años han mantenido la actividad”.

Balderrama se dolió de que en Sinaloa la ley no se aplique parejo y que cualquier persona imponga su criterio, sólo porque es afín a un grupo político en el poder.

“Es lastimoso ver como el estado se nos va de las manos, por una autoridad endeble. Lo mejor que puede pasar es que las instituciones federales subsanen los errores de los locales, sometiendo a la justicia a los infractores, una vez sin fuero”.