El color rojo destacaba en sus corbatas y ellas lo lucían en sus vestidos. Por momentos al nombre de la reunión se le podía borrar el título y cambiarlo, sin que nadie lo notara, por el de un encuentro priista.

No faltaba nadie. Los 55 delegados federales tenían un lugar en la mesa; entre ellos se mezclaban legisladores locales y federales también de extracción priista y arropado, en medio de todos, el gobernador Mario López Valdez.

Aunque el público no era numeroso y algunas butacas se observaban vacías, las primeras filas se ocuparon con todos los integrantes del gabinete estatal, la presidenta del PRI en Sinaloa y el único asistente que no era tricolor, el presidente del Partido Sinaloense (PAS), Héctor Melesio Cuen Ojeda.

El mensaje fue claro y directo. Un respaldo del gobierno de Enrique Peña Nieto al mandato de López Valdez a cambio de algo muy sencillo: hablar bien del país, hablar bien de las instituciones, hacer “política positiva”.

En la Reunión Plenaria de Delegados Federales en Sinaloa, el ex rector de la Universidad de Occidente, Alger Uriarte Zazueta, delegado de Telecomunicaciones (TELECOM), fue el primero en asegurarlo: “En Sinaloa se mantiene el ritmo de la federación”.

“Los programas gubernamentales y los proyectos de inversión caminan, se sostiene la distribución de las participaciones, se mantienen los programas sociales y los proyectos de infraestructura, están presentes en el campo, en la educación, en la salud, en la asistencia social, en la seguridad, en el turismo, en el agua, en la obra de infraestructura hidráulica, en la economía.

“Y el desempeño y presencia de nosotros y los cuerpos de seguridad y de justicia están alertas y permanentes”, enfatizó Uriarte Zazueta.

Después de él vendrían siete intervenciones más. Los delegados de las secretarías de Agricultura y Ganadería (SAGARPA), de Educación Pública (SEP), de Desarrollo Social (SEDESOL), de Relaciones Exteriores (SRE), de Comunicaciones y Transportes (SCT), de Gobernación (SEGOB), y de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA)  pronunciaron discursos llenos de cifras, inversiones millonarias acompañadas con imágenes de rostros sonrientes y magnas obras.

Resultados que dibujaron un Sinaloa en paz, con prosperidad, seguridad y estabilidad económica.

Y entonces, en medio de sus números, el mensaje se reafirmaba de nuevo:

“Que nadie piense que puede estar mal lo que hacemos”, pedía Regino López Acosta, delegado de SEDESOL.

El delegado de Desarrollo Social hacía una pausa en su informe de trabajo para proponer una defensa a la “dignidad y orgullo” de los servidores públicos, los mismos valores que quedaron pisoteados tras los hechos ocurridos en Ayotzinapa, Guerrero.

“Hablar de lo positivos que somos, que no hablemos de lo negativo del ser humano, de la institución pública, del agente policíaco o del gobierno, que hablemos de las cuestiones positivas, de las virtudes, de nuestras fortalezas como personas, como instituciones, que ganemos el debate social para transformar a la sociedad”.

Durante más de hora y media se presumieron resultados sin tocar, ni siquiera con una palabra, los reclamos sociales más sentidos por los sinaloenses: el creciente desempleo, la inseguridad que mantiene a la capital del Estado entre las ciudades más violentas del mundo o las desapariciones forzadas que suman más de mil casos en lo últimos 10 años.

Minutos antes de concluir la ceremonia, Alberto López Herrera, delegado de la SEGOB, tomó el micrófono para colocar a Sinaloa como un ejemplo a nivel nacional.

Y es que según el coordinador de los delegados federales en el Estado, Sinaloa y el gobierno de Enrique Peña Nieto encontraron la fórmula para concurrir y coadyuvar con el engrandecimiento de la entidad.

En sus palabras, dirigidas a López Valdez, López Herrera le garantizó al mandatario la disposición de los 55 delegados para trabajar en unidad con su gobierno.

“Este día le ratificamos, señor gobernador, la gran disponibilidad de avanzar juntos, y esto no es un acto de sumisión de ninguna instancia hacia otra, es refrendar actos de unión entre la federación, los estados y los municipios”, dijo.

“Usted es un gobernador campeón”, finalizó López Herrera, seguido de efusivos aplausos que retumbaron en todo el recinto.

Muerto el rey, viva el rey…

Al tomar la palabra, López Valdez consideró que la reunión de los delegados y su compromiso público de trabajar de la mano con el gobierno estatal es un ejercicio que no tiene antecedentes en Sinaloa y en el país.

El gobernador aplaudió las gestiones que los funcionarios han realizado a favor de Sinaloa y extendió su reconocimiento a los legisladores federales en el tema presupuestario y al Ejército y la Marina, en el combate a la inseguridad.

“A nosotros nos fue bien en el once y el doce, con la administración pasada, pero nos ha ido mejor con la gestión de Peña”, enfatizó el mandatario.

López Valdez urgió a respaldar las reformas de Enrique Peña Nieto, al manifestarse convencido de que conducirán al desarrollo y a la consolidación del país.

El gobernador cerró su intervención con su ya conocido dicho “las individualidades ganan juegos, los equipos ganan campeonatos”.