MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó el asesinato del mexicano Antonio Zambrano Montes a manos de policías de Pasco, Washington y solicitó a la Cancillería otorgue orientación, acompañamiento y atención integral a sus familiares.

En una carta que el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, envió al secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, el titular de la CNDH considera “absolutamente inaceptable” dicha situación y destaca la necesidad de que los hechos sean esclarecidos y se determine la responsabilidad para evitar que el acto quede impune y los restos mortales reciban el debido cuidado y respeto, entregándoseles a sus familiares para los correspondientes actos funerarios de acuerdo con sus creencias, en el ejercicio pleno de un derecho humano a la muerte con dignidad.

En la carta, González Pérez reclamó el ejercicio incompleto de los derechos humanos de los migrantes en el extranjero.

Destaca que dicha situación los pone en especial vulnerabilidad y los expone a ser tratados de forma diferente a los nacionales del país.

González Pérez pidió además que se realicen las gestiones necesarias a fin de proporcionar atención integral a los familiares de Zambrano, ya que que la privación de la vida de un ser querido produce trastornos de diferente naturaleza entre los deudos.

Antonio Zambrano Montes, de 35 años y originario de Michoacán, salió de prisión el pasado lunes. En enero de 2014 fue inculpado por agredir a un policía bajo el efecto de metanfetaminas, según el Seattle Times.

Al día siguiente de su liberación, alrededor de las cinco de la tarde, se encontraba en una intersección vial de la ciudad de Pasco, Washington, cuando empezó a lanzar piedras sobre los automóviles que pasaban.

La policía recibió una llamada para denunciar el hecho y en poco tiempo, una patrulla se detuvo donde estaba el mexicano.

En un video que un conductor subió a Internet se observa a tres uniformados afuera de su patrulla que rodean a un hombre en la intersección de lo que parece un cruce importante de la ciudad. El hombre amenaza a uno de los policías con una piedra, pero al final la tira y rebota contra el vehículo.

Según la imagen, el hombre aprovecha la sorpresa de los uniformados para alejarse corriendo. Después de unos segundos, los policías lo persiguen. La cámara da una vuelta a la izquierda y enfoca al hombre en el centro de la calle. Al verse perseguido, cruza la vialidad y levanta los brazos como en señal de rendición.

Momentos después, los policías alcanzan a Zambrano. Le ordenan detenerse mientras le apuntan con sus pistolas. Al voltear, el hombre recibe varios disparos y cae muerto.