Por su novela El Metal y la Escoria, el escritor capitalino Gonzalo Celorio ganó el Premio Mazatlán de Literatura 2015, uno de los premios de mayor prestigio en México, otorgado por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el Instituto de Cultura de Mazatlán, como parte del programa cultural del Carnaval.
La noticia la dieron a conocer Raúl Rico González, director general del Instituto de Cultura de Mazatlán, el escritor mazatleco y presidente del Jurado, Juan José Rodríguez, y vía telefónica desde la Ciudad de México, el crítico literario Braulio Peralta; el otro miembro del jurado fue el narrador Ignacio Trejo Fuentes.
Peralta señaló que Celorio crea una historia compuesta por muchas historias, como en ‘Cien años de soledad’, pero no a la manera de los escritores latinoamericanos, sino a través del carácter y el lenguaje de autores españoles, entre quienes destacó a Bernal Díaz del Castillo y Camilo José Cela.
El crítico también señaló que El Metal y la Escoria es una obra que aborda la búsqueda del origen personal y familiar del autor, y basado en géneros y elementos como la crónica, la narración, los documentos, las experiencias y los informes crea un trabajo que descansa en su riqueza lingüística, una virtud capital de la obra premiada.
“Solamente por su lingüística tendría que ser premiado un libro de esta naturaleza porque tiene giros idiomáticos inusuales en la actualidad, que es producto de la búsqueda del origen de la familia, que nos lleva a la búsqueda del lenguaje del castellano que es desde España, en Cuba y en México, y en el caso de México específicamente en el Distrito Federal, ya eso lo hace un libro muy rico”.
Por último, Braulio Peralta dijo que El Metal y la Escoria ofrece un universo narrativo amplio y complejo, en el que abundan historia arrolladoras de una saga familiar en la que los encuentros y desencuentros personales, derivan de diferencias ideológicas y políticas.
Un obra con estilo, en un género impuro
“La verdad es que no tenía una expectativa y es obviamente una sorpresa agradable, me siento muy conmovido y estimulado de recibir este premio que tiene por otra parte el mérito de sumar un elenco verdaderamente extraordinario de escritores tan importantes como José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Fernando Benítez, Octavio Paz, Vicente Leñero, etcétera. Me siento realmente conmovido, muy conmovido con este premio”, señaló el editor, ensayista, narrador, crítico literario y docente.
Celorio recalcó la importancia capital que juega en su obra la voluntad de crear un estilo, y también, la dinámica reposada con la que planeó y elaboró “El Metal y la Escoria”, un libro cuyos borradores datan de 1973, y que redactó a lo largo de siete años. Además afirmó que junto a su carácter histórico, su última novela está fuertemente ligada a lo biográfico, un recurso que en últimos años ha generado obras cruciales para la literatura nacional.
“Yo quisiera señalar, porque me parece muy importante, que no porque sean textos autobiográficos, dejan de ser novelas. Yo creo también, como Carlos Fuentes, que la novela es el género más dúctil, la novela es un género sucio, es un género que nació impuro (…) un género contaminado, la novela admite la crónica de viajes, la autobiografía, la saga familiar, la reflexión ensayística, el discurso histórico. Cuando en el siglo 18 se trató de someter a la novela a una preceptiva más clásica y rigurosa, la novela perdió su sentido de impureza y se volvió un género ‘anoréxico’, es decir, que le faltaron los nutrientes y que son precisamente esos elementos contaminados”.
El Premio Mazatlán de Literatura 2015 consta de un monto económico de 100 mil pesos auspiciado por la UAS y una placa de cristal. El Metal y la Escoria será presentado el jueves 5 de febrero, a las 19:00 horas, en Casa Haas.
El premio será entregado de forma oficial a Gonzalo Celorio durante la Velada de las Artes, el viernes 6 de febrero, a las 20:00 horas, en el Teatro Ángela Peralta durante un memorable espectáculo con la actuación estelar de la soprano internacional María Katzarava y la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, bajo la dirección de Enrique Patrón de Rueda.
