El trabajo que hace el Ayuntamiento a través de las direcciones de Planeación y Obras Públicas, la Unidad de Inversión y el Instituto Municipal de Planeación Urbana de Mazatlán (IMPLAN) es una dispersión de esfuerzos y descoordinación, que se ve reflejada en un despilfarro de recursos, consideró Nicolás Alvarado.
El presidente del Colegio de Ingenieros del Sur de Sinaloa indicó que “cada quien debería de tener su función, pero al parecer cada uno hace la misma función en lo general y no hay efectividad en la realización de la obra”.
Y agregó: “las obras ahí están, la del Parque Lineal y del malecón las gestionaron y proyectaron en la oficina de la Unidad de Inversión”.
Nicolás Alvarado mencionó que las obras en proceso como el Acuario —que supuestamente se hace en etapas—, los arreglos que se hacen al alumbrado del malecón, los ajustes del Parque Lineal, ahora la alberca olímpica, se desarrollan sin apego legal.
“Ya sean en el municipio o el estado, las obras no se están apegando a la normatividad; entonces de origen están mal las cosas y quien debe de supervisar y dar seguimiento es la contraloría municipal y la Auditoría Superior del Estado, pero al parecer tampoco están haciendo su trabajo”, señaló.
Hay, agregó, una omisión, un consentimiento a dejar que corran las cosas de esa manera y “el costo lo estamos viendo reflejado en las constantes modificaciones de los presupuestos para terminar un proyecto incompleto, a uno no generado de origen y eso es como echarle dinero a un barril sin fondo”.
A nadie, dijo, le interesa ver la parte fea de Mazatlán, el interior, y el acalde sale a bordo de su camioneta y ya se le olvidó que en temporada de lluvias ahí están los arroyos de aguas negras.
“Entonces no ve, no huele y no oye las quejas, menosprecia o minimiza las quejas de los ciudadanos, porque dice, ‘no, pues es cosa común’”, señaló.
Alvarado manifestó que trabajar de manera dispersa y sin resultados contundentes, es el reflejo de que en esta administración no están trabajando apegados a los reglamentos.
“Invaden áreas rompiendo los esquemas, generando más áreas de trabajo de justificación de compromisos económicos, de campaña o de lo que sea, y entonces en esta dispersión de esfuerzos obviamente también hay dispersión de recursos”, señaló.
Lamentó que el gobierno de Feltón tenga una visión a muy corto plazo y trabaja en función de la inmediatez, pero se olvida de aquellas obras que se están deteriorando y que son de suma importancia, como el drenaje sanitario, servicio por el que sí cobra.
“La ciudadanía mazatleca paga impuestos —como el predial— con base a los servicios que recibe, pero si hay detrimento en los servicios urbanos no lo hay en los impuestos, al contrario, van en aumento y no existe congruencia entre lo que se paga y lo que se recibe”, mencionó.
El mito de los “recursos propios”
Al referirse la administración pública que hace obras con recursos propios, se cree que tiene el derecho de invertirlos sin ninguna restricción ni limitaciones. Ejemplo de ello es el Parque Lineal, donde el ayuntamiento decidió dividir en seis el monto a invertir y asignarlo directamente sin que se licitara.
Ante esto, el líder de los ingenieros en el sur de la entidad, consideró que incluso la ASE solo realiza observaciones, pero no interviene para evitar este tipo de prácticas.
“Solo dice ‘no lo vuelvas a hacer’ y el Ayuntamiento responde ‘ok, no lo vuelvo a hacer’ y ya, no se fincan responsabilidades”, dijo.
“¿Por qué se tienen que estar pagando cosas mal hechas si tienen fianza?, ¿cuántas han aplicado?, ahí está el hospital (del Fraccionamiento Rincón de Urías) ¿por qué no se aplicó, igual para el Acuario? pues porque hay complacencia y complicidad”, declaró.
Todo esto genera un alejamiento, una manifestación de inconformidad hacia las autoridades que se ve reflejada en el “castigo” con el no pago de impuestos como el predial.
