El asesinato de la enfermera Érika Kassandra Bravo fue cometido por su padrastro, señaló José Martín Godoy, titular de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán en conferencia de prensa.
El funcionario local señaló a Daniel Murillo Sáenz, de 32 años, con fuerte vínculo al secuestro y homicidio de la joven de 19 años, cuyo cuerpo fue localizado en un lugar conocido como Las Cocinas en la región de Uruapan.
Se reveló que la muerte de la enfermera fue por asfixia, según los estudios periciales y de necropsia.
Godoy Castro describió que el 3 de diciembre, Murillo Sáenz llegó a la casa de Kassandra y tras una discusión, la tiró al piso y la agredió hasta quitarle la vida; después de 30 minutos subió a la joven subió a la cajuela de un auto de la línea Nissan, modelo Sentra, propiedad de la madre de Kassandra.
El presunto asesino abandonó el cuerpo en un lugar conocido como Las Cocinas ubicado sobre el tramo carretero Uruapan-Los Reyes. (Eje Central)
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