Melissa Moraila
Obsesión Infinita es una retrospectiva de la vida y obra de una de las artistas más representativas del arte contemporáneo de todos los tiempos, Yayoi Kusama.
El Museo Tamayo, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, alberga decenas de piezas artísticas que van desde pinturas, esculturas, videos e instalaciones.
En las primeras salas se encuentran las obras que hizo al inicio de su trayectoria artística; fotografías y pinturas de los años 60 y 70. En ellas se observan tendencias que marcarían el estilo de Kusama a lo largo su carrera. Superficies monocromáticas y abstractas llenas de lunares de colores.
Walking on The Sea of Death es muestra de sus primeras instalaciones y consiste en una serie de objetos en forma de falos metálicos dentro de una lancha rodeada de paredes color negro.
Las alucinaciones, temores y obsesiones, como el sexo, que Kusama ha tenido desde su infancia, son rasgos que definen gran parte de su obra; en otra sala donde el reflejo es el elemento más importante, encontramos a nuestros pies objetos falomorfos y las paredes tapizadas con espejos crean el efecto visual de contemplarnos infinitamente.
La última sección resguarda los trabajos recientes de la artista; en ella se muestran pinturas de gran formato: vívidos colores que se enciman entre ellos formando distintos patrones que crean el efecto óptico de diversos relieves sobre los lienzos.
Infinity Mirrored Room es probablemente la atracción más grande de esta exposición. El público entra a una habitación obscura, llena tiras de coloridas luces que se encuentran suspendidas desde el techo y paredes con espejos. Cuando las luces comienzan a parpadear el espectador puede sentirse transportado a otro universo; visualmente es como estar en el espacio, pero puede también ver su figura presente.
Finalmente, encontramos el área interactiva en el trayecto: The Obliteration Room, un viaje a la infancia de la artista donde ella veía el mundo a través de una pantalla de pequeños lunares. Éstos cubrían todo lo que veía —paredes, techos e incluso su cuerpo—; en esta habitación el público puede participar pegando una tira de calcomanías sobre el techo, el piso e incluso los muebles blancos que se encuentran dentro.
La importancia de la vida artística de Yayoi Kusama tiene una relación directa con la cantidad de piezas que ha creado —para muchos es considerada como precursora del pop art— y cambió importantes paradigmas en el mundo del arte durante los años 60.
La artista involucró su trabajo en importantes movimientos sociales en contra del sistema norteamericano, habló en contra de la violencia y las guerras en el mundo, la homofobia y la segregación racial. Tampoco se puede ignorar el hecho de que es una mujer que construyó su carrera en un mundo dominado por hombres —en lo artístico y político—, lo que puede convertirla en una pionera del feminismo.
La exposición estará en el Museo Tamayo hasta el mes de enero del próximo año.
