El Estado Islámico continúa extendiendo su estructura tras autoproclamar su califato meses atrás. Una de las últimas misiones del grupo yihadista es acuñar su propia moneda para dejar de depender del dólar norteamericano.
La cúpula del movimiento terrorista propone rescatar el dinar de oro, utilizado en épocas de los primeros califas.
“Lo mejor para el Estado Islámico es contar con su propia moneda sin depender del favor de nadie ni transitar un camino ajeno”, señala un comunicado de la organización al que tuvo acceso el diario español El Mundo.
“Los creyentes tienen que dejar de usar el dólar y recuperar el oro y la plata para participar en el derrumbe de la economía de los ‘cruzados’ estadounidenses y no caer cuando ellos caigan”, agrega el documento elaborado por el departamento de asuntos religiosos del Estado Islámico.
En el texto se destacan las aleyas del Corán con pronunciamientos contra los Estados Unidos y lecciones de historia económica del islam. De esta manera, los yihadistas buscan borrar cualquier rastro del “enemigo” occidental.
El dinar, moneda que ISIS quiere instalar nuevamente, aún es utilizado en varios países árabes. Era originariamente de oro y equivalía a 4,3 gramos de ese metal.
En el texto elaborado por el grupo terrorista, se establece que el dinar de oro tendría grabada en una de sus caras la shahada (profesión de la fe islámica). “Hay que acuñar monedas propias con la shahada”, apunta el documento.
“Los europeos y los estadounidenses han dominado la economía del mundo. Nos obligaron a tratar con billetes que tenían el mismo valor que el oro”, fustiga el comunicado. Y agrega: “En 1971, esa relación se rompió porque así lo ordenó el Banco Central de los EEUU, propiedad de judíos. Fue un gran engaño”.
En 1971 el por entonces presidente de los Estados Unidos Richard Nixon terminó con la convertibilidad dólar/oro, modificando los principios surgidos de Bretton Woods en 1944.
Este miércoles la revista Forbes Israel publicó la lista de las diez organizaciones terroristas más ricas del mundo. El Estado Islámico lideró esa nómina, con ingresos por dos mil millones de dólares. (AP)
