Los Mochis, Sinaloa.- El gobernador de la entidad, Mario López Valdez sentenció que policías con positivo en el consumo de drogas y con nexos con bandas criminales no tendrán una segunda oportunidad para mantenerse en la corporación, y su salida será obligatoria.
Además, cuantificó que el estado requiere de 300 millones de pesos para indemnizar a los agentes que serán despedidos por no aprobar la prueba de control y confianza ordenada por la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
Aseguró que por ser una cifra alta, el Estado tendrá problemas financieros. “Algunos nos critican porque no se presupuestó ese gasto, pero no se podía cuantificar porque no se tenían los resultados finales. Esto lo supimos apenas el 31 de octubre, cuando vence el plazo para la depuración.