Azul

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(Brega de eternidad) Nada más revelador y hasta irónico que sea el propio sobrino nieto del mártir de la democracia, el líder Gustavo Madero, quien admita que los 12 años de PAN fueron otro PRI. No tienen desperdicio sus palabras: “Cometimos un error similar: no se desmanteló en estos 12 años el antiguo régimen priista que combatimos, ni la cultura ni el funcionamiento del sistema en el poder político y no fueron 15 meses después, sino 12 años después que ese sistema nos devoró electoralmente en julio de 2012. Yo quisiera pensar que la nueva etapa del PAN es regresar a Los Pinos para concluir esta tarea”. Aun cuando Gustavo Madero se diga atacado por los medios, él resumió en una sola frase lapidaria la historia de Fox-Calderón.
Y no pasarán muchos días para que alguien tenga que decir lo mismo para el estado de Sinaloa, con todo y las particularidades del caso. Y es que el sexenio del cambio en Sinaloa, el primer gobierno estatal llevado al poder por un partido diferente al PRI —en este caso por una alianza de partidos—, terminó por ser el mismo PRI. Todo mientras el Partido Acción Nacional no supo, no quiso y nunca buscó marcar alguna diferencia, cualquiera que fuera. Aquello de que MALOVA gobernaría con los principios de los partidos coaligados o con una plataforma de gobierno diferente a la del PRI, se guardó en el mismo baúl de los principios del PAN.
¿Y por qué el PAN y no el PRD es el principal afectado?, tan simple que el PAN en la elección inmediata anterior, en 2004, quedó a solo 11 mil votos del PRI, casi ganador. Cuando el PRD no pasó de una candidatura testimonial.
MARGEN DE ERROR
(El bien común) Y aunque muchos quieran ver a Gustavo Madero a nivel nacional y a Edgardo Burgos a nivel local como los principales culpables de la crisis azul por la pérdida de identidad y valores panistas. Nadie puede decirse ajeno. El silencio fue casi completo. Desde los sagrados fundadores como Jorge del Rincón o Rafael Morgan hasta el más joven militante.
En la indefinición de ¿gobierno u oposición?, nadie asumió el liderazgo. Por lo bajito muchos criticaban, pero nadie se abría. Cuando se sinceró Burgos lo hizo en las redes y en las vías institucionales perdió.
MIRILLA
(FAFEF, con qué se come) La propuesta del gobierno estatal de garantizarle a la empresa ganadora de la licitación del Hospital General de Culiacán con el 25 por ciento de un fondo federal en caso de cualquier contingencia para el pago de las obligaciones pone un día y otro también las siglas del fondo: FAFEF.
El Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, FAFEF, es uno de los varios fondos dentro del comúnmente conocido Ramo 33. Donde están casi la mitad (42.9 por ciento) de los recursos que la federación transfiere a los estados, condicionando su gasto al cumplimiento de objetivos de cada fondo.
Por las reglas para aplicar este Fondo, es el ideal para que el gobierno lo comprometa. El primer punto, es que durante el transcurso de la licitación una de las empresas le pidió garantías y no las dio. Y el segundo es que según un informe de la Auditoría Superior de la Federación, el FAFEF presenta una fuerte carga de opacidad.
Mes a mes el gobierno de Sinaloa recibe por el FAFEF más de 63 millones de pesos. Este año, alcanzará 860 millones 407 mil 783 pesos, y al entregar cuentas lo hará de manera tardía e incompleta, según la ASF(PUNTO)

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