La Agencia Reuters filtró que los ganadores del proyecto para la realización del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, serán el arquitecto británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero, yerno de Carlos Slim.
La información fue dada por una fuente familiarizada con la decisión confirmó que el reconocido arquitecto británico y el mexicano ganaron el contrato para diseñar el proyecto, que requerirá una inversión de unos 9 mil 150 millones de dólares.
Hasta ayer, se había dado a conocer que la construcción del nuevo aeropuerto, que tendrá una inversión de 120 millones de pesos, quedaría en manos de Fernando Romero –yerno de Carlos Slim- junto con el arquitecto británico Norman Foster, y la firma mexicana Ten Arquitectos, de Enrique Norten, acompañado de una empresa española o inglesa.
El presidente Enrique Peña Nieto dará a conocer hoy en Los Pinos los detalles de la nueva terminal aérea, que será el más grande del mundo por su capacidad para transportar 120 millones de pasajeros al año, y con ello se constituirá como una de las obras estratégicas para impulsar el desarrollo económico del país.
Durante su segundo informe de gobierno, el mandatario adelantó algunos detalles del nuevo aeropuerto que contará, dijo, con seis pistas con lo que se cuadriplicará la capacidad del actual, porque este último “restringe la comunicación entre las entidades del país, limita la conectividad de México con el mundo, frena el comercio y las inversiones, y genera demoras para los usuarios”.
De acuerdo con el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, el actual aeropuerto AICM atiende al 34% de todos los pasajeros que se desplazan por la República Mexicana y 23% de todas las operaciones a escala nacional
La información ya confirmada por EJE CENTRAL muestra que la nueva terminal será construida en dos etapas, la primera prevé contar con dos pistas que permitirán operaciones simultáneas, un edificio terminal, torre de control, plataformas, zona de rodaje, y todo el equipo que permitirá trasladar las operaciones del viejo aeropuerto y cerrarlo, porque no pueden operar de manera paralela.
Aunque se ha planteado que este primer paso se logre en cinco años, se mantiene abierta la posibilidad de que sea en un poco menos, para que Peña Nieto logre inaugurarlo antes de dejar la presidencia en 2018.
En la segunda etapa serán construidos dos edificios terminales más que estarán conectados entre sí por túneles, y las otras cuatro pistas restantes, dos de ellas con capacidad para recibir a los aviones más grandes del mundo y las otras dos con 500 metros más pequeñas.
ZONA LACUSTRE
Este nuevo proyecto será erigido totalmente en zona federal que abarca 12 mil 500 hectáreas, en terrenos que tiene bajo su resguardo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por tratarse de la zona del Lago de Texcoco. El aeropuerto utilizará para toda su infraestructura primaria un total de 3 mil 500 hectáreas, pero a su alrededor tendrá áreas comerciales y de servicios, además de los hangares institucionales que se concentrarán en una zona de seguridad restringida.
De acuerdo con las fuentes consultadas, este terreno obliga a construir, primero, toda una infraestructura de alta capacidad y tecnología, para la captación y regulación de agua pluvial, porque se trata de un punto clave para la humedad del Valle de México y el manejo de aguas, incluso hasta ahora es considerado como punto sensible en caso de inundación, por eso su constante supervisión.
En 2013, el aeropuerto capitalino atendió 346 mil 788 vuelos, cantidad superior a los 261 mil 76 operaciones de las terminales de Guarulhos (Sao Paulo) y el de Bogotá (Colombia), con 229 mil 446
Y la infraestructura que se construya deberá ser adecuada para zonas lacustres, como lo es el polígono en donde se erigirá el nuevo aeropuerto, tecnología que ya existe y que se usa en el mundo en carreteras y aeropuertos, como el caso de Hong Kong, al estar sobre tierra recuperada al mar, por ejemplo.
Los terrenos de los habitantes de Atenco definitivamente no serán ocupados en el nuevo proyecto de Peña Nieto, a diferencia del plan fallido del entonces presidente Vicente Fox que fue cancelado por la protesta de los ejidatarios.
Para resolver el problema de vías de comunicación, ante la alta concentración de habitantes en zonas aledañas, como Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, se planea, entre otras cosas, usar las pistas que tiene el actual aeropuerto, como puntos de conexión para automovilistas, lo que permitirá contar con tres vías de acceso
EL DINERO
Como parte de la reestructuración administrativa que se necesita para comenzar con la construcción del nuevo aeropuerto, fue designado como director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Manuel Ángel Núñez Soto, ex gobernador de Hidalgo y quien durante la década pasada peleó porque la nueva terminal aérea se construyera en su estado, en Tizayuca.
El GACM es la empresa controladora de todo el grupo que opera el actual Aeropuerto de la Ciudad de México y que también integra a Aeropuerto Internacional de México, que es la empresa responsable de operar el aeródromo y Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México, que proporciona los servicios administrativos.
Su nombramiento le permitirá manejar presupuesto y personal para atender la administración del proyecto y, en su caso, los problemas políticos y sociales que puedan surgir, pues los pobladores de San Salvador Atenco, que impidieron la construcción del aeropuerto en el gobierno de Fox advirtieron ya que realizarán manifestaciones en contra del nuevo proyecto.
Aún no se especifica de dónde se obtendrán los 120 mil millones de pesos para pagar la nueva terminal aérea. Una gran parte se prevé que sea a través de la Tarifa del Uso de Aeropuerto (TUA), que a partir de este año se incrementó del casi 400% en vuelos nacionales y del 75% en internacionales.
Otra de las fuentes de financiamiento podría ser el arrendamiento de los 270 locales comerciales de la Terminal 1 del actual aeropuerto capitalino, que fueron recuperados este año de la empresa FUMISA, y que generan unos mil 200 millones de pesos al año.
Hoy el presidente dará a conocer más detalles en un acto al que fueron invitados empresarios de todos los sectores involucrados y funcionarios del gobierno federal, del Distrito Federal y del estado de México.
Tomado de Eje Central.
